Mientras James dormía plácidamente después de que Renata le ayudara a volver al interior y a su propia cama, ella lo pasó fatal intentando conciliar el sueño aquella noche. Después de que James le soltara el equivalente a una bomba de información, ella no sabía qué pensar ni qué hacer. Evidentemente, la corriente de aire para dormir lo había colocado en una posición en la que era vulnerable para exponer una información que, según ella, mantendría en secreto.
No pretendía husmear en información tan personal, nunca pensó que hubiera tanto detrás de los apodos. Renata supuso que habían sido apodos de su época escolar, pero nada más allá de eso. Sabía que Sirius era un animago por el incidente del parque cuando se conocieron, pero ¿saber que James también lo era?
Alucinante.
Y por si fuera poco, decidió añadir el hecho de que Remus era un hombre lobo, algo que Renata nunca vio venir. Aunque después de que James lo admitiera, todo cobró sentido de repente en la situación. Sin embargo, Renata no le echaba en cara nada, Remus seguía siendo un caballero muy amable siempre que estaba cerca, obviamente, la licantropía sólo afectaba a su personalidad en las noches de luna llena. Pero sabía que probablemente era una información que Remus no quería que se difundiera, después de todo, los hombres lobo no eran muy apreciados en el Mundo Mágico.
Si se enteraba de que James había expuesto su secreto, independientemente de las circunstancias, probablemente no iba a reaccionar de la mejor manera. No conocía a Renata tan bien y probablemente no confiaba en que ella supiera algo tan personal sobre él. No es que pudiera culpar honestamente a Remus, probablemente no querría que otros fuera de su familia inmediata y amigos más cercanos supieran si ella sufría de la misma condición.
Además, si James se daba cuenta de que lo había soltado voluntariamente, Renata temía que cargara con más culpa y vergüenza sobre sus hombros. Esperaba que James no recordara la discusión que habían tenido mientras se dormía a la mañana siguiente y, si se mantenía así, Renata fingiría que nunca había sucedido. Tenía que hacerlo, por el bien de James, y también por el de Remus, no quería imaginar sus reacciones si se enteraban de que ella lo sabía.
Remus se enfadaría con James y éste probablemente se odiaría aún más de lo que ya lo hacía. Todo lo que ella intentaba era dejar que la familia sanara, no causarles más problemas. Así que juró su propio silencio, si James no sacaba el tema si no lo recordaba, entonces ella iba a seguir fingiendo que tampoco sabía nada.
Sin embargo, eso no era lo único que mantenía despierta a Renata cuando lo único que deseaba desesperadamente era dormir. Seguía centrada en James, esperando que permaneciera dormido la mayor parte de la noche y no sufriera más pesadillas. La dejó paranoica después de que él intentara involucrar a Harry en el fiasco del corte de pelo.
Por suerte, había devuelto el pelo de James a su estado natural para que no diera la alarma a la mañana siguiente, pero temía que James no volviera a salir de él. Como ambos dormían en habitaciones separadas, Renata no se sentía cómoda retirándose a su propia habitación para pasar la noche. Temía que James se despertara de su sueño e intentara completar la tarea. Se había dormido de mejor humor, pero siempre parecía que cuando las cosas iban realmente bien tomaban un giro tan agrio.