-¡Oh, no! ¿Qué le pasó?
Renata se tapó la boca con las manos en estado de shock al ver la cara de Sirius cuando James la dirigió a la habitación que Sirius ocupaba dentro del hospital. Ella pensó que estaba planeado, pensó que en otra habitación Sirius se había llevado a Adelmo y le estaba explicando las cosas de la mejor manera posible. Al parecer, se equivocaba porque el Sirius que estaba en ese momento acostado en la cama, tenía la cara hinchada, demasiado hinchada como para hablar correctamente, y mucho menos para ser reconocible y había una sustancia de color rojo oscuro que rezumaba de su cara.
Sirius intentaba mover la boca para pensar, al menos, eso era lo que ella creía, pero sólo le salían gruñidos. Volviéndose hacia James, Renata creyó que algo horrible le había ocurrido a Sirius después de que la hubieran cogido, sólo para ver que James se esforzaba desesperadamente por no reírse en su presencia. Inmediatamente, le dio una palmada en el brazo por su inapropiada respuesta a la situación de su mejor amigo.
-¡Ow!
-¿Cómo puedes reírte en un momento así? ¿Ves su cara?- le regañó -¡Y parece que le duele!
-Oh, no le duele- James se frotó el brazo, pero no pudo evitar la sonrisa que le devolvió -aunque está enfadado. Pero fue lo único que se me ocurrió en ese momento que atraería la atención mágica en lugar de la simple ayuda muggle. No sabíamos a dónde te habían llevado y prácticamente habían olvidado a todo el mundo en la escena. Pero después de ponernos a salvo, tuvimos que idear un plan.
-Entonces, ¿qué hiciste? ¿Frotarle la cara con algo venenoso?- preguntó Renata -James, eso es terrible.
-No, no, pero sabía que teníamos que conseguir ayuda mágica y tal vez si teníamos suerte podríamos dar con Adelmo. Mientras tratábamos de idear un plan, a mí se me ocurrió uno primero, pero sabía que Sirius no lo aceptaría, se preocupa demasiado por su apariencia y ¿presentarle como un monstruo rezumante delante de Adelmo? Él nunca lo haría, pero en realidad funcionó muy bien porque mientras intenta insultarme, suena terrible, ¿sabes?
Renata ladeó la cabeza al ver que Sirius se cruzaba de brazos mientras se sentaba en la cama, no podía hablar bien pero era evidente que seguía oyendo.
-¿Cómo conseguiste que su cara tuviera ese aspecto?
-¿Quieres decir que no siempre tiene ese aspecto?- cuestionó James juguetonamente, dejando que Sirius emitiera un sonido impiadoso en señal de protesta y finalmente, eso hizo que Renata soltara una risita. Pero rápidamente la tapó con la mano mientras Sirius entornaba los ojos en su dirección.
-James...
-De acuerdo, no, no usé ningún veneno, todo lo que hice fue usar engorgio en secciones de su cara para causar que algunas partes se hincharan más que otras para causar el desnivel.
-¿Pero qué es esa cosa que rezuma de su cara, James? Es asqueroso.
-Puré de bayas- contestó James con orgullo mientras hinchaba el pecho -se lo saqué con el pie, lo mezclé con un poco de tierra y luego se lo pasé por la cara mientras estaba distraído por lo agrandada que estaba su cara. También había cogido su varita cuando no miraba para mantenerlo distraído. Y luego, para rematar, llevé su trasero por la calle, pidiendo ayuda a gritos y aquí es donde estamos desde entonces.