Solo soy un número {Numero 5 y tu}

2. Capitulo

Noviembre de 1963
Narra T/n:
Llevaba un año trabajando para Jack Ruby. Los primeros meses fueron horribles, no lo voy a negar. Trabajaba en un bar oscuro y lleno de hombres que solo buscaban sexo. Señores casados, solteros, con novias, con hijos... era un maldito lugar lleno de gente borracha. El señor Ruby trató de convertirme en alguna de aquellas camareras que eran abusadas diariamente. Tuve que mentir, muchas veces. Demasiadas diría yo. Que si estaba con mi periodo, que si estaba enferma... hasta que me quede sin excusas.
Jack: Empezarás a trabajar mañana-mi alma se partió en pequeños pedacitos, me negaba, no quería que nadie me tocara.
T/n: Se cantar-solté como si de un reflejo se tratara-Al utilizar la radio y los cds lo único que haces es perder dinero-logré captar la atención de mi viejo jefe-Si canto habrá más beneficios que gastos, además si me pongo un poco de ropa apretada podría atraer a más clientes para las chicas y...-el hombre sonrió, instantáneamente un escalofrío recorrió cada centímetro de mi cuerpo.
Jack: Creo que empezamos a entendernos T/n, me gusta tu idea.-volvió a sonreír-Enseña lo que sabes hacer.
Me empujó al escenario, cada recoveco de mi cuerpo temblaba. Estaba nerviosa, muy nerviosa. Solamente podía mirar a los hombres mirándome de manera golosa. Solamente tenía 15 años... Cerré los ojos al mirar a el señor Ruby. Tome una bocanada de aire y empecé a cantar. No volví a abrir mis ojos hasta que terminé la canción. Tenía miedo, estaba aterrada. Y cuando los volví a abrir mis ojos se abrieron como platos. Bajé del escenario con pasos decididos en dirección a Jack Ruby. Cada vez mis pasos se hacían más rápidos. Y entonces salté a sus brazos.
T/n: Luther-susurré incrédula.
Nos abrazamos durante incontables minutos. Mi hermano, estaba ahí. Quizás no era el que más quería pero... era uno de mis hermanos. Sus manos acariciaban mi pelo mientras que intentaba retener las lágrimas. Yo ya sollozaba en su hombro. En cuanto nos separamos sequé mis lágrimas con mi brazo sorbiendo mi nariz.
Jack: ¿Ya os conocíais?-asentí rápidamente.
Luther: Es mi hermana-exclamó mirándome con una mirada llena de felicidad.
Jack: ¿Es eso verdad?-dirigió su mirada hacia mí.
T/n: Si, es mi hermano, mayor -susurré aplastando mi orgullo con dolor, escuché una pequeña risa proveniente de mi hermano.
Jack: Eso simplifica mucho las cosas para presentaros.-sonrió satisfecho-Dos hermanos trabajando para la misma persona, así me gusta, la complicidad familiar-soltó poniendo sus viejas manos sobre nuestros hombros-Bueno. Os explicaré un poquito que hacéis cada uno en esta pequeña y modesta empresa.-y nos dirigió a una mesa.
Así es como me reencontré con Luther. Esa misma noche me contaron que Luther trabajaba como un luchador para Jack Ruby. Me sorprendió, no lo voy a negar, pero las cosas habían cambiado. Su cara también estaba a mil colores cuando Jack le contó en que trabajaba. Simplemente nadie podría haberse imaginado que yo iba a terminar así. Siempre lograba escabullirme de mi trabajo, pero esa noche fue diferente.
Cuando Luther se marchó me quedé sola con ese hombre. Luther se marchó a su casa debido a que al día siguiente tenía una batalla que tenía que ganar. Si o si. El señor Ruby lo tenía agarrado por las pelotas haciendo que Luther acatara sus órdenes sin dudarlo. El hombre me miró con una sonrisa.
Jack: Debo de admitir que me has sorprendido, bueno me habéis sorprendido-lo miré alzando una ceja completamente confusa- Me refiero a tí y a tu forma de escaquearte de tu trabajo, trabajo por el que te pago.-y la piel volvió a ponérseme blanca como la nieve- Cantas bien, tienes talento, es por eso que he decidido que te utilizaré para conseguir público, de toda la ciudad y un poquito mas lejos si hace falta-hablaba lentamente-Pero...-siempre había peros- si alguien te pide, como chica de compañía, lo harás sin rechistar-y de nuevo la sensación de sentirme obligada a hacer aquello que no quería hacer apareció-Ve a tu habitación te espera un señor, Jaime Landon, 49 años, ha pagado una fortuna por ti, así que ya sabes-asentí y me levanté rápidamente con intención de irme-Y T/n-me volví a mirarlo-No me decepciones.
Cuando llegue a mi habitación vi a ese tal Jaime sentado en la cama, era viejo, muy viejo, no estaba bien conservado, y además yo estaba obligada a acostarme con el. Tragué en seco, no quería hacerlo, quería correr, quería huir y buscar un nuevo lugar para quedarme, pero ya era demasiado tarde. El hombre se dio la vuelta y me miró. Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando lo vi avanzar hasta mi.
?: Hola señorita-se acercó a mí y tocó mi cintura atrayéndome hacia el-¿Quién me dará hoy una noche especial?-me hizo acercarme más a él.
Cada vez me iba acercando más y más, no podía, no podía. Yo no quería que mi primera vez fuera así. Me negaba. Una lágrima empezó a recorrer mi mejilla cuando el hombre empezó a desabrocharse los pantalones. Tenía miedo, me sentía impotente y poco a poco ese miedo fue convirtiéndose en ira. En el momento en el que me tocó para quitarme la camiseta la cortina empezó a arder extendiéndose hasta ese hombre. Lo primero en arder fue su ropa, y luego su pelo, sus ojos, su piel. Mis ojos contemplaban como el señor se retorcía de dolor mientras que se quemaba lentamente. No sentía remordimiento alguno, solamente sentía poder. Y cuando los gritos cesaron, me di cuenta de lo que había hecho. Solté un grito ahogado y miré las cenizas del anteriormente nombrado. Me llevé las manos a la boca y empecé a pensar en que hacer. Luther. Ese fue el único nombre que vino a mi cabeza. Abrí la ventana y me aseguré de que no hubiera nadie. Lo dudé por unos segundos, pero abrí mis alas y salté por la ventana dirigiéndome al lugar en el que Jack había mencionado que vivía Luther.
Desde aquel día Luther se convirtió en mi protector. A veces quemaba sin querer a los "clientes" que no comprendían que yo no quería tener relaciones. Puede que un poco queriendo. Todo transcurrió así por casi un año más. Eran los principios del noviembre de 1963 cuando un hombre de edad avanzada pero en buen estado con un maletín en su mano se presentó en su habitación como uno de mis clientes, o como prefería llamarlos: mis quemados.
T/n: Bueno-lo miré desde la puerta-Si tienes intención de hacer algo conmigo vete olvidándote de ello, porque si intentas algo no terminarás bien-hablé acercándome a la cama y el hombre se giró sorprendido-¿Pasa algo viejo?-pregunté sentándome en la cama con las piernas cruzadas.
??: ¿T/n?-lo miré a los ojos sorprendida al ver que conocía mi nombre, había algo en ellos que reconocía. Los había visto en alguna parte.
T/n: ¿Cómo sabes mi nombre?
??:Soy Cinco-abrí los ojos como platos.
T/n: ¿¡Cinco?!-Me levanté de la cama.
??: O dios llevo tanto tiempo sin verte-soltó el maletín para abrazarme-¿Qué cojones haces aquí?
T/n: Espera, ¿qué Cinco eres?-pregunté- Has ido ya al 2019 o...
Cinco: No, no he ido-suspiré al darme cuenta de que no era el Cinco que viajo con nosotros- No has respondido a mi pregunta.
T/n: Tu yo del futuro y toda la familia viajamos al pasado y... aquí estoy.-me separé un poco de el-Y tu...¿Qué haces aquí?
Cinco: Trabajo
T/n: ¿Cómo sicario? Me lo imaginaba-reí mirándolo.
Cinco: ¿Qué insinuabas que ibas a hacer si te tocaba?
T/n: Quemarte-hice mi mano arder en llamas.-es la única forma de no tener relaciones con retrasados.
Cinco: Eres muy agresiva-alcé los hombros.-Bueno, visto que he venido para nada... ha sido un placer volver a verte, te veré en el 2019-comenzó a caminar hacia la puerta.
T/n: Cinco, me dejas hacer una cosa antes de que te vayas por favor-este asintió.
Me acerqué a el y besé sus labios con una sonrisa.
T/n: Ya esta
Cinco: ¿Y eso?-Me miró sorprendido.
T/n: Ya lo entenderás viejo, adios Cinco- y se marchó dejando los recuerdos flotar por mi mente.

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Y hasta aquí el cap de la explicación de lo que le ha pasado a T/n. ¡¡Espero que os haya gustado!!
Bueno, ya sabéis que cualquier pregunta me la escribís por comentarios y la responderé lo antes posible.

Elenuxki🤪