Solo soy un número {Numero 5 y tu}

2. Capítulo

Narra T/n:
Nos encontrábamos en un parque. Una ligera brisa ocasionaba que mi pelo se moviese un poco. Todos estábamos heridos, pero ahí estábamos en un muelle de madera en mitad de un parque quejándonos del dolor que sentíamos en aquellos momentos.

Había tres bancos y dos mesas, todos los lugares fueron ocupados. Cinco en una de las mesas, Klaus tumbado encima de la restante, Allison y Luther en el mismo banco, yo en otro con la mirada clavada en el suelo. Solamente había un banco sin ocupar, supuse que Diego iba a sentarse ahí, pero se quedó de pie apoyado en una barandilla.

Diego: No ha ido muy bien-se giró a mirarnos a todos y cada uno de nosotros.

Cinco: Hemos tenido peleas mejores-comentó de forma tranquila y con un tono sarcástico que habitualmente utilizaba. Se escuchó el ruido de los huesos de alguien crujir. Supuse que el causante había sido Klaus, era el único en movimiento.

Klaus: Ugh, me duele todo- su sombrero estaba en su cara y el estaba tumbado en una posición que parecía cómoda e incómoda a la vez.

Allison: ¿Estás bien?-se dirigió a Luther quien tenía la nariz probablemente rota y alguna que otra brecha.

Luther: No lo tengo claro. Nunca me habían sacudido de esa manera, casi me parte en dos-definitivamente Luther estaba algo desorientado por culpa de la paliza que le había sido propinada-Ha sido un ¿la quieres?-extendió sus manos hacia Allison. Estaba empezando a confundirme su comportamiento.-Toma paliza-comprendí lo que trataba de decir.

Allison: Vale, Luther tiene una conmoción-acarició un poco de Luther mientras que nos formulaba la frase con una voz algo graciosa.

T/n: Definitivamente-hablé por primera vez en un rato. Llevaba sin hablar con nadie desde que Cinco me sacó del edificio prácticamente obligada. Debo admitir que aquello fue un gesto tierno, pero quería demostrar lo que valía, y no me dejo, por mi seguridad. Supongo.

Klaus: Luther ¿Cuántos dedos ves?-alargó la mano levantando tres dedos y el mencionado pareció recordar algo.

Luther: Madre mía, Vanya-susurró acordándose de ella. Señalé detrás de el al mismo tiempo que mi hermana lo hacía.

Vanya: Menos mal que estáis vivos-comentó acercándose a nosotros.

Allison: ¿Todo bien?

Klaus: Y ya habéis visto a Ben-recordó con un tono desanimado.

Allison: Si, se ha vuelto en un cretino-asentí con la cabeza.

T/n: Un gilipollas estirado y narcisista-añadí a lo que había dicho mi hermana.

Diego: Todos son unos cretinos-bufó mientras que cambiaba de postura.

Luther: Cretinos que saben luchar-no le faltaba razón, pero estaba recordando cada cinco minutos que le habían dado una paliza ¿Tan difícil era creer eso para su frágil ego?

Cinco: Vale, el siguiente que diga cretino se lleva un puñetazo-Nos miramos entre todos. Habíamos pensado en lo mismo.

Todos: Cretino-Cinco suspiró para posteriormente rodar los ojos. Nunca aprendería que sus amenazas no intimidaban a nadie, sobre todo porque con la familia no las cumplía.

Diego: Oye, ¿papá te ha dicho por qué les ha llamado hijos?-su pregunta fue dirigida hacia Klaus ¿Qué me había perdido? Pensaba que había estado con nosotros todo el rato, luchando, pero estaba claro que no era cierto. Y comenzaba a recordar que no lo había visto pelear en ningún momento. Más tarde le preguntaría los detalles.

Klaus: Ya te digo-asintió mirándonos a todos- Agarraos- Cambio de posicional sentándose de esta forma encima de la mesa- Le caímos tan mal a papá cuando nos vimos en Tejas, que adoptó a un grupo totalmente diferente de niños para no tener que criarnos a nosotros-Rodé los ojos. Era razonable. Pero, no dejaba de ser cruel. Así era Reginald, cruel y cómo habíamos dicho segundos atrás, un cretino.