Peonies IX

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N/A: Publicar a mitad de semana es mi pasión

Más de 5k de palabras, creo que me excedí.

Prepárense una bebida, tomen unos cuantos pañuelos y pónganse cómodos.

Nos leemos abajo. Disfrutenlo.

La Chica de los Tulipanes.

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Aquella era una mañana fría, el sol estaba oculto por las densas nubes y las ventiscas de nieve azotaban fuertemente el palacio, como un mal presagio de lo que se avecinaba.

Dentro del castillo, los sirvientes y guardias cumplían sus labores, al igual que la Consejera Kang. Ella caminaba por los pasillos, tratando de no derramar las tazas que contenían té caliente.

Subió las amplias escaleras principales y se dirigió al ala este, donde se encontraban los aposentos del príncipe.

Al llegar frente a la alcoba, como de costumbre tocó la puerta e ingresó.

Sus ojos pronto se posaron en la persona que reposaba en la cama. El príncipe Jumin Han se encontraba consumido por la enfermedad: su piel estaba completamente pálida; sus hermosos ojos habían perdido su brillo astuto, eran enmarcados por profundas y grandes ojeras; y los signos de la desnutrición comenzaron a estar presentes, pues desde hace algunos días ya no podía comer sin devolver todo. Poco a poco la gloria del príncipe se estaba apagando.

Jaehee tampoco se encontraba bien, de igual manera tenía grandes ojeras y se podía notar como sus ropajes le quedaban cada vez más grandes, pues el estrés y la falta de sueño le habían ocasionado una severa pérdida de peso

Al lado de Jumin se encontraba el ahora príncipe heredero Jihyun Kim, por el contrario que los otros dos, su vigor resaltaba en la lúgubre habitación.

Al ver a la Consejera, el príncipe de cabello color menta interrumpió su relato y se dirigió a auxiliarle con las tazas.

"Consejera Jaehee, me alegra que haya llegado..."

"¿Cómo se encuentra?" Preguntó la castaña por su jefe

"Ha pasado la noche en vela, solo ha podido reposar un par de horas, los ataques cada vez son más frecuentes e intensos..." Le respondió el príncipe

Jaehee vio por encima de su hombro al primer príncipe, quien acariciaba tranquilamente a su gato, ella suspiró. La esperanza de curar al príncipe poco a poco moría junto a él, sin embargo no quería darse por vencida, tenía confianza en los hechiceros, el destino del príncipe estaba en sus manos, ella solo podía dar lo mejor de si cuidándolo, aunque aquello no pareciera dar frutos.

"Debería descansar Su Majestad" Le dijo a Jihyun "Ha pasado toda la noche con él, si se sobre-esfuerza le hará daño y sería un gran problema tener a otro príncipe enfermo"

"No se preocupe por mí, me encuentro bien, aunque deberé dejar a Jumin bajo su cuidado por algunas horas, hay asuntos de gran relevancia que debo atender..."

La Consejera asintió y no cuestionó su voluntad.

Jihyun se dirigió junto a Jumin y tuvo una breve charla con él. Mientras tanto Jaehee se acercó a la estantería donde se encontraba el medicamento mágico y colocó algunas gotas de medicina en la taza de té del príncipe, sin embargo ella no podría saber que aquellas pociones curativas habían sido reemplazadas por el brebaje rosado que servía como anestesia para mitigar la agonía del príncipe, pues el mismo Jumin se había encargado de ello sin que nadie lo notara. 

Se aproximó a los dos príncipes y Jihyun se despidió de ella con la cabeza, dejando rápidamente la habitación.

En silencio le dio la taza al príncipe, y lo observó tomar el té con dificultad. Ella que usualmente sabía que decir se había quedado sin palabras. Hacía más de cuatro años que trabajaba con él, a pesar de que era un jefe sumamente estricto, inflexible y frio, lo respetaba pues reconocía las habilidades que poseía, el príncipe era inteligente, astuto y justo. Todo lo que hacía era por y para su pueblo, admiraba como a pesar de ser joven, en lo que llevaba de vida había hecho más actos altruistas y favorecedores a su nación que todos sus antecesores juntos, ella sabía que su reinado presagiaba una gran era de paz, sin embargo ahora tal vez ese momento nunca llegaría. 

Peonies {JuminxZen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora