Peonies {JuminxZen}

Gardenias

N/A: Mis queridos lectores, hola de nuevo. He aquí un capitulo más.

Gracias por leer. Disfrútenlo.

Besos

La Chica de los Tulipanes.

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Esa noche el príncipe había prohibido el acceso al castillo...

El palacio era tan grande como ostentoso, sin mencionar que era casi impenetrable con miles de pasadizos secretos, por lo tanto infiltrar a los hechiceros fue toda una hazaña.  Jaehee no sabía cómo iba a reaccionar su jefe al enterarse de que había desobedecido una orden directa, sin embargo esperaba que su enojo no fuese tan grande como para encerrarlos en el calabozo.

Al llegar a la alcoba del príncipe, ella tocó ligeramente la puerta, sin embargo nadie contestó, después de varios minutos tenues maullidos rompieron el silencio.

"Algo está mal... Elizabeth no maúlla de esa forma..." Murmuro Jaehee "Su Majestad ¿Está todo bien?" Preguntó y volvió a tocar la puerta con urgencia "¡Su Majestad, por favor abra la puerta...!" Elizabeth maulló con más fuerza, Jaehee forzó el picaporte sin embargo la puerta estaba cerrada con llave "¡Su Majestad, por favor aléjese de la puerta!" Desesperada, Jaehee pateó la puerta con todas sus fuerzas hasta quebrar la cerradura.

En la penumbra, avanzaron al interior y al llegar donde Elizabeth maullaba desesperadamente apreciaron una aterradora escena. El príncipe se encontraba inconsciente en el suelo rodeado de miles de pétalos. Iluminado por la luz de la luna, la sangre en su boca brillaba macabramente.

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El silencio reinaba en la alcoba. El príncipe ya había recuperado la consciencia. Sentado en su cama miraba a Jaehee con severidad.

"C- creí haberle dicho que no quería ver a otra persona que no fuera el Medico Real" Dijo Jumin con voz áspera y entrecortada

"No le recomiendo hablar mucho, su garganta se encuentra muy dañada, si sigue hablando se lastimará permanentemente las cuerdas vocales" Interrumpió Seven, mientras él y Vanderwood revolvían un caldero lleno de un brebaje humeante color lila. Después de eso el príncipe guardó silencio.

En poco tiempo, la poción ya estaba preparada...

Seven, le dio una copa rebosante de aquel extraño líquido al  Príncipe, sin embargo este negó con la cabeza y la apartó.

"¿Acaso sabe en qué situación está?" Vanderwood rodó los ojos "¿Sabe que tan peligrosa es la maldición que tiene?"  Insistió de nuevo, pero el príncipe volvió a ignorarlo "Si su objetivo es morir, sería más placentero saltar ahora mismo del balcón..."

"Su Majestad, sea coherente" Jaehee tomó la copa y la sostuvo cerca del príncipe "Debe de escuchar a estos hombres..." El Príncipe tomó la copa con desconfianza, la olió y le dio un pequeño sorbo, la poción no sabía tan mal.

Tras varios minutos de silencio donde solo se escuchaba al príncipe tomar la poción con dificultad Jaehee decidió intervenir.

"¿Cómo se encuentra?" Preguntó sin rodeos. Seven suspiró cansado.

"Me temo que será más complicado de lo que creí" Seven se apuró a explicar la situación " 'Las Flores que plantó la muerte' es una maldición oscura y muy peligrosa, solo los Hechiceros más experimentados en Artes Oscuras pueden invocarla" Vanderwood le tendió un gran libro y el pelirrojo recitó un capítulo "'Esta maldición hará que en la victima crezcan flores como si de un jardín se tratara: primero en el estómago, lo que causará pérdida del apetito; luego en los pulmones, lo que causará asfixia; al último en el corazón; lo que causará la muerte. La respuesta natural del cuerpo humano contra la maldición serán varios ataques que tratarán de expulsar las flores, sin embargo de estas solo saldrán los pétalos..."  Seven volvió a suspirar y se tomó el puente de la nariz "La  maldición es más fácil de combatir en su fase inicial, un tratamiento con pociones que exterminen los brotes hubiese bastado, sin embargo ahora las flores han llegado a sus pulmones..." Todos quedaron en silencio después del fatídico pronóstico, sin embargo la cara de Jumin era impasible. "La poción solo curará las heridas internas y ralentizara la invasión de las flores..."