Gerberas I/1

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"¡¿Tuvo un hermano todo este tiempo?! ¡¿Por qué yo no sabía que tenía un hermano?!"

Jaehee le indicó a Yoosung que se callara rápidamente con un gesto.

Ambos se encontraban a una distancia prudente de la cocina, donde los hechiceros mantenían una seria discusión mientras observaban el libro que supuestamente contenía la cura para el príncipe.

"Claro... no dirías lo mismo si te enteraras que tu exnovio..." Jaehee le dedicó una mirada tajante y este dejó de protestar.

La conversación entre los hechiceros se veía acalorada, hasta pudieron jurar que pequeñas llamas salieron por la boca del albino. Al final los tres se acercaron a donde estaban el rubio y la castaña.

"¡Saeran podrá hacerlo!" Seven exclamó con alegría mientras abrazaba efusivamente a su hermano.

"Te dije que lo intentaría, aun con mi poder y el tuyo combinados podríamos tardar más de un mes en leer la mitad del libro..." Saeran trataba de apartar a su hermano, quien seguía aferrado a él como un bebe koala

"¡¿Un mes?! ¡No tenemos tanto tiempo!" Exclamó Jaehee, la escasa esperanza que aún le quedaba poco a poco se desvanecía.

"Lo lamento. Los libros mágicos normalmente están protegidos con hechizos que complican su lectura, al ser un libro muy poderoso la cantidad de magia que necesitamos para examinarlo y traducirlo es enorme..." Al ver el desconsuelo de la chica, Saeran solo pudo disculparse.

"No te preocupes tanto, el príncipe es fuerte, si sigue la medicación al pie de la letra vivirá un mes más..." Agregó Vanderwood, condescendiente.

"Oh, t-tienes razón..." La desesperación de Jaehee se podía percibir, sus ojos estaban empañados "Iré por café..."La Consejera se levantó del sillón, su cabeza dio vueltas y solo pudo apretarse el puente de la nariz. El estrés de los últimos días le estaba pasando factura, pero ella debía mantenerse fuerte no podía colapsar ahora, mucho menos cuando más la necesitaban...

"Jaehee..." Yoosung le habló suavemente mientras la tomaba del brazo "Necesitas descansar... Deberías dormir, no hay mucho que podamos hacer en este momento..."

La consejera lo volteó a ver dispuesta a reclamar, sin embargo al ver la mirada preocupada de sus compañeros decidió que era lo más prudente, ella no debía convertirse en una carga, cosa que lograría si seguía sobre-exigiéndose.

"Está bien..." Con un gesto de cabeza se despidió de sus amigos y subió las escaleras mientras Yoosung vigilaba que no se desplomara.

Su amiga le había permitido utilizar su habitación, así que al ingresar se quitó las botas y se sentó a las orillas de la cama. Poco a poco se recostó, y a pesar de la relajación que sintieron inmediatamente sus músculos, no pudo conciliar el sueño. Su mente vagaba por todos lados, recopilando la escasa información que sabía sobre las maldiciones. Cerró los ojos, tratando de recordar cualquier cosa que pudiera cambiar el destino del príncipe...

<<'Las Flores que plantó la muerte' es una maldición oscura y muy peligrosa, solo los Hechiceros más experimentados en Artes Oscuras pueden invocarla...>>

Podía escuchar a Seven recitar todos los efectos de la maldición, sin embargo eso no le servía. Necesitaba algo para contrarrestar la maldición, tenía que haber alguna alternativa.

Volteó su cabeza y pudo observar en la mesita de noche el retrato que se había hecho con su amiga en el último festival. Sonrió, por alguna razón le agradaba mucho la idea de que su imagen estuviera tan cerca de ella.

Seguía impresionada por su confesión, jamás hubiera imaginado que poseía magia. A pesar de que al principio se sintió un poco traicionada por no haberle dicho antes pronto comprendió sus motivos, podía imaginar lo complicado que sería tener un secreto tan grande que te podría costar la vida.

Peonies {JuminxZen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora