Peonies VIII/1

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N/A: El capitulo esta dividido en 2 porque es un poco largo ¡Disfrútenlo!

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Blanco... el mundo era color blanco...

La nieve, su cabello y las flores...

Lo único que desentonaba con aquel mágico paisaje era el ataúd de caoba negro que se encontraba al centro de la capilla.

Zen ignoró a las personas que se reunían a su alrededor, como si se trataran de simples sombras o espectros.

Tenía que llegar hasta el ataúd, tenía que comprobar su corazonada...

Sin embargo antes de poder alcanzarlo, una mano le tomó el brazo y evitó que siguiera adelante.

Al voltear reconoció a la Consejera Jaehee Kang. Sus ojos estaban empañados de lágrimas sin embargo no derramó alguna, demostrando su temple ante la adversidad.

Ella negó con la cabeza y lo guio de la mano hasta la salida.

Dejando atrás el ataúd en el que el Príncipe Jumin Han reposaba eternamente...

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Zen despertó abruptamente, sudor frío le recorría la espalda.

Puso su mano sobre su frente, la cabeza le dolía...

Poco a poco su respiración se volvió normal, intentando tranquilizarse. Estaba harto de tener pesadillas casi a diario.

Se acostumbró a la oscuridad y reconoció el cuarto de la posada donde la compañía teatral se hospedaba. Sin hacer ruido se levantó de la cama, trató de no despertar a sus compañeros de cuarto que aún roncaban. El sol aún no salía y era obvio que no podría conciliar el sueño de nuevo. De esta manera se colocó su abrigo y salió al pequeño balcón que tenía la habitación.

Respiró el aire invernal y exhaló pequeñas nubes, tratando de olvidar los inquietantes sueños que constantemente le atormentaban.

"¿Qué demonios me está pasando...?" Susurró

"¿Te sientes bien...?" Zen dio un salto, creía estar solo. Sin embargo pronto reconoció a su jefe, tranquilo fumaba un puro mientras observaba el horizonte desde el balcón de su propia habitación. El mayor le hizo una señal para que se acercara y el albino con destreza saltó la pequeña reja que los separaba. "¿Quieres hablar de ello? Últimamente has estado muy distante y distraído... tus compañeros me han dicho que las últimas noches te han oído llorar en sueños."

"Lamento haberlos molestado..." Zen se sintió apenado y miró hacia el suelo, no quería ser un problema para ellos

"No hay nada que disculpar... Zen, estamos preocupados por ti. Nunca te habíamos visto tan perturbado... cualquier cosa que te moleste puedes decirnos, sabes que estamos aquí para ti."

Zen consideraba a la compañía teatral como su propia familia, y odiaba tener que mentirles.

No se sentía capaz de confesar la verdadera razón de su intranquilidad. Pues desde que había dejado el reino de Cheritz las pesadillas habían comenzado. Poco a poco fueron más recurrentes, hasta que se volvieron casi diarias, lo peor de ellas era que en todas había una situación constante: Jumin de alguna u otra forma siempre se hallaba en peligro, si no se encontraba al borde de la asfixia estaba gravemente herido y desangrándose. En sus sueños podía sentir su sufrimiento y trataba de alcanzarlo, sin embargo nunca podía acercarse lo suficiente para auxiliarlo.

Peonies {JuminxZen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora