Espías y nuevo vecino

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El amor no es necesario gritarlo a los cuatro vientos si es verdadero, a veces basta con simple detalles que se vuelven gigantes para esa persona amada.

Minghao no era una de esas personas que les gustará los grandes regalos y ostentosos, había aprendido que eso, no siempre es real. Su primera relación no había funcionado por varios factores: la falta de conocimiento en el otro, la velocidad la cual empezaron a salir y fundamentalmente, la falta de amor.

Minghao había creído estar enamorado de él, creyó haberse flechazo por aquel joven pero no, simplemente, había sido un error. El cerebro le había jugado un mal juego junto a su corazón.

Pero con Jun, había sido como vivir en un mundo de fantasía. Estando a su lado, sentía que podría vivir solamente observándolo, admirando sus acciones, sus facciones, sus ojos y sus labios. Labios los cuales había besado y no tenía idea como lo volvería ver a la cara.

La princesa llegó a su castillo- Mei bajó de los brazos de Jun y he hizo una reverencia cual princesa.

Buenas noches papá Jun- sonrió sin mostrar sus pequeños dientes y el nombrado se limitó a sonreír.

En cambio, Minghao paso por todos los colores rojos para soltar un jadeo -Xu Mei, no debes decir eso-

Pero si es como mi papá- colocó una expresión de duda analizando la situación -Hoy se besaron y se que te gusta Junnie-

El menor no sabía cómo seguía de pie. Sentía los ojos de Jun fijos en el mientras Minghao pensaba como quitarles aquellas ideas a su hija.

Ve a dormir, descansa- el mayor de los adultos se agachó a la altura de la niña -Mañana debes ir a la escuela-

Mei beso la mejilla del castaño y entró en su departamento. Cuando se dio media vuelta Minghao seguía mirando sus manos como si buscará algo más entretenido que el problema que se había desatado.

Minghao... -

Es mentira, Mei no sabe lo de nuestro trató perdón por esto, de verdad no te volverá a llamar papá, lo prometo. Tal vez debamos simplemente dejar esto y podemos volver a ser amigos como siempre, no quiero decir que no seamos amigos ahora pero estamos en esto que es como una relación media extraña que sinceramente ya ni se que estoy diciendo- las palabras casi salieron atropelladas haciendo reír a Jun.

No me molesta que me diga papá- de solo pensar en volver a escuchar a Mei que lo llame papá, le revolucionaba los sentimientos -Ella sabe que no soy su padre biológico, pero que la quiero como si fuera mi hija-

Puede creer que hay algo... -Jun levanto sus cejas con una sonrisa divertida y Minghao suspiro -Entre nosotros, que somos pareja-

¿No lo somos?-

¿Qué?- los tomates le tenían envidia a Minghao en esos momentos.

Nada, nos vemos mañana-

Iba a caminar para bajar por el elevador pero volvió besando la mejilla de Minghao y se marchó con una gran sonrisa, dejando al más bajo con una revolución en su estómago.

La semana transcurrió si muchos inconvenientes para Jun, no así para Minghao que al recordar el beso con el mayor, se volvía rojo, ni siquiera rosado. Por si fuera poco para él, sus amigos se lo recordaban cada vez que podían. Pero a veces las desgracias no llegan solas, a veces llegan acompañadas de hermanos.

El jueves por la tarde Minghao volvía de su trabajo. Solo tenía media hora para poder preparar la cena y luego ir a buscar a Mei a la escuela. Pero al ver a su hermano a tan solo unas puertas de su departamento, su sorpresa fue grande.

Papá Jun→ JunHao♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora