THE BOKEH EFFECT (KTH&JJK)

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Cuando escuchó que alguien llamaba a su puerta, vio a Jimin dar un paso dentro de su oficina. "Hola rayito de sol ¿Como te sientes?"

"Jimin, ya te lo he dicho cinco veces, no tienes que vigilarme todos los días. Estoy bien."

El rubio puso los ojos en blanco mientras se sentaba en la silla frente a su escritorio. "Tae, estuviste bien toda la noche -Lo sé porque estuve contigo- y luego estuviste tan cerca de desmayarte por completo de la nada y no quieres que me preocupe? No lo creo."

"No puedo convencerte, ¿verdad?"

Jimin negó con la cabeza. "No puedes pedirme que no me preocupe, eres mi mejor amigo. Pudo haber sido un ataque de pánico o un ataque de ansiedad... no has tenido ninguno desde que estábamos en la universidad".

"Lo sé..." Tragó saliva. “Lo importante es que estoy bien ahora, lo prometo."

"Eso no me impedirá visitarte en la oficina... Traje comida".

Taehyung le sonrió.

Ojalá pudiera decirte la verdad sobre esa noche, pero ¿cuál era el punto? -Él pensó- No es importante y solo estoy siendo egoísta y mezquino.

Los ojos de Jimin posaron sobre el jarrón en su escritorio. "Son muy bonitos" Admiró las flores del color del sol. "Me alegro de que Daeho te haya dado algo diferente a sus rosas rojas habituales. No me malinterpretes, son un clásico, no pasan de moda, tienen mucho significado y son apasionadas, pero me alegro de que haya elegido otro tipo".

El moreno se tensó.

"Estos no me las mandó él... Es un regalo del Sr. Shin, el dueño de la revista..."

La mentira se escapó demasiado rápido antes de controlarla.

“Ah, los dejaste bastante impresionados. Pero oye, no le digas a Daeho lo que pienso de sus rosas".

Taehyung se rió, nervioso por la broma.

"No... tengo algunas servilletas aquí, espera".

Abrió el cajón para encontrar el dibujo de Jeongguk nuevamente, lo cerró sin dudarlo.

Su mano se congeló por un momento.

"¿Está todo bien? Pareces un poco demacrado, pensé que descansarías después de que terminara la exposición. Dormí veinte horas después de eso, lo juro".

"Lo hice…"

"Tae, ¿qué pasa?"

Se había quedado sin excusas, ¿y ahora qué?

"Estoy... escuché comentarios nada agradables de la familia de Daeho durante nuestra fiesta de compromiso y desde entonces... no me he recompuesto por completo".

"¿Qué?" Jimin frunció el ceño. “¿Qué tipo de comentarios? Si Mari- "

"No fue Mari... una cosa de la que no puedo quejarme es que probablemente sea la única persona de su familia que nos apoya".

"Oh... ¿Y el señor y la señora Lee?"

"Digamos que, incluso con el anillo en mi dedo, todavía están esperando que yo sea solo una fase y que Daeho se despierte mágicamente un día siendo heterosexual".

"Eso es... ni siquiera puedo expresarlo con palabras. ¿Por qué no me lo dijiste antes? "

"Yo estaba... supongo que demasiado ocupado con todo el trabajo para la exposición y-"

Ahora tenía que seguir tejiendo su gran red de mentiras.

"Lo siento, Tae. No te mereces pasar por esto...” El rubio apretó el puño.