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Taehyung encontró el estudio donde trabajaba más rápido de lo que pensaba.

Era un pequeño estudio de arte cerca de la playa. Parecía que la tienda estaba en la parte delantera y el área de trabajo en algún lugar de la parte trasera que no podía ver. Había un cartel que anunciaba que estaba abierto y un caballete con una pizarra con los horarios de las diferentes clases escritos con tiza, una mujer estaba comprando un cuadro y la encargada lo envolvía.  Sus ojos se movieron y por un momento, no pudo mover ninguna fibra de su cuerpo para reaccionar. Estaba congelado frente a la ventana gigante que mostraba muchas pinturas, jarrones y...

Una de sus esculturas.

Así fue como supo que Jeongguk estaba allí.

La escultura de una niña pequeña con una amplia sonrisa en su rostro, los detalles en su expresión, las arrugas alrededor de sus ojos, el vestido que parecía de tela, la sinceridad detrás de sus ojos sonrientes que eran pura alegría... y la técnica por supuesto. Eso fue lo primero que llamó su atención, la forma en que los amarillos y rosas pastel del cuadro parecían mil lentejuelas cuando la luz lo golpeaba.

Era impresionante, como siempre.

Taehyung trató de tomar el coraje para entrar, pero sus pies no se movían.

Estaba paralizado.

Él estaba allí, tan cerca pero tan lejos.

Taehyung respiró hondo sintiendo que sus pulmones no recibían aire.

Sin embargo, en el momento en que pudo dar un paso, sus pies lo llevaron al lado opuesto, de regreso a donde estaba su hotel.

Quizás ese no era el día... quizás el próximo.

Quizás mañana.

Quizás el día nunca llegaría.

No.

Miró hacia arriba y suspiró.

Tenía que ser ese día.

Estaba allí por una razón y esa razón estaba dentro de ese estudio.

Regresó frente a la tienda.

El cuerpo de Taehyung seguía temblando, estaba sudando, aunque era algo normal ya que era verano y el calor era insoportable, pero no era por eso. Estaba realmente aterrorizado de volver a ver a Jeongguk, aterrorizado y también emocionado, ansioso… todo al mismo tiempo.

Otro cliente tenía la intención de entrar y Taehyung sabía que esta era su oportunidad.

El lugar era aún más cálido por dentro, era una sensación crepitante que se extendía por todo su cuerpo haciéndolo arder.

"¿Puedo ayudarte en algo?" La voz de la chica detrás del mostrador dejó escapar un grito ahogado.

"Ah, no, gracias... estoy bien". Logró decir, comprendiendo algunas de sus palabras.

La chica asintió y miró al otro cliente.

Se suponía que la clase de Jeongguk terminaría pronto.

Aún estaba a tiempo de marcharse. Probablemente estaba mejor sin él y la reaparición en su vida fue sería solo una complicación...

Caminó directamente hacia la puerta y tomó el pomo cuando una voz lo hizo temblar.

"Ya no queda pintura roja para las esculturas de barro". Dijo y la chica volvió a responder en español.

No podía mirar atrás. Si lo viera...

El sonido de la puerta al abrirse sonó por toda la tienda.

Fue entonces cuando su sangre se congeló.

THE BOKEH EFFECT (KTH&JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora