Alice Gales Y El Traidor de la Sangre | George W | +18

8-La casa vieja.

(TW: Violación, Violencia intrafamiliar, violencia, alcoholismo.)

Recuerden que si sufren algo de esto no están solos, pidan ayuda, llamen a los servicios sociales, no van a estar solos jamás, cuidense mucho, a ustedes y a su cuerpo, los quiero.

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Los días de invierno seguían presentes, el frío azotaba las ciudades, la lluvia caía con más frecuencia, la nieve tapaba las casas, tejados, chimeneas, y coches a su paso.

Llegó el 11 de Febrero, una fecha donde aún que el frío iba desvaneciéndose de a poco debido a que el verano se acercaba, la nieve caía con frecuencia pero en menores cantidades.
Y en el pequeño hotel de Hogsmeade una bella chica Pelinegra, Alice, disfrutaba de la lluvia y del frío que entraba por la ventana y golpeaba su cuerpo suavemente, haciendo que su piel se erizará y que de estremeciera ante el frío.
Hoy era su primer día de vacaciones, ya que los gemelos habían dejado que los empleados tengan unos días de vacaciones debí al gran trabajo duro que habían hecho durante los últimos meses.

Alice se paró de su cama y se dirigió a la cocina para desayunar, pero un ruido en su puerta hizo que su camino se desviará hasta esta, y al llegar se encontró con una nota.
la letra era desprolija, el papel era viejo, el papel estaba roto y dañado, parecía que alguien lo había escrito con muchísima prisa.
Alice abrió la puerta principal para mirar al pasillo de fuera de su casa que llevaba a otros departamentos, pero lo encontró completamente vacío.
Cerró la puerta y se dirigió hasta la mesa pequeña de la cocina, dónde se sentó y comenzó a abrir la carta, las manos le temblaban, era una carta muy rara.
Su respiración se paró, su corazón comenzó a latir más fuerte, su pulso tembló.

"Querida Alice Gales.

Vuelve a casa, y te encontrarás con tu futuro. Vuelve a casa cuanto antes, si no lo haces, te arrepentirás toda tu vida del error que habrás cometido.
Vuelva a casa y la encontrarás como siempre, olvida estás cartas y la encontrarás diferente."

Sin firma, sin nombre, solo una carta misteriosa con unas letras misteriosas y un escritor misterioso.

Alice solo podía pensar en una cosa, sus hermanos, pero aún así, solo olvidó las cartas, dejando que estás lleguen a la puerta de su casa todos los días. Una, dos, tres, cuatro por día, la curiosidad la mataba, y la culpabilidad también, pero el miedo la consumía.
Un día las cartas dejaron de llegar, dejaron de golpear contra su puerta, de pasar debajo de ella, de interrumpir en su casa, simplemente su rastro desapareció, como si se hubiera acabado un hechizo, pero claramente sin serlo.

Llegó el 16 de Febrero, junto a esto una ola de preocupaciones y culpas que inundaba la mente perturbada de Alice, solo quería ir, quería atreverse, tener las agallas para llegar a la casa y abrir la puerta, y que todos se encontrarán vivos, todos, o sus hermanos.

Su cabeza explotaba, sus pensamientos la inundaban, sus manos temblaban, sus lágrimas caían, y tomo una decisión, iba a ir.
Alguien tocó la puerta de Alice, la joven se sobresalto ya que no esperaba visitas. Con un hechizo ordenó todo el desorden de la casa, dejándola en perfecto estado.
Alice tomo temblorosa el manubrio de la puerta, abrió delicadamente y lentamente la puerta, y detrás de esta estaba el pelirrojo que Alice sentía atracción, George.

—Buenos días, señorita, ¿Puedo pasar?.

Alice le sonrió y abrió la puerta más para que George pueda pasar.
Este paso, y el olor a lavanda inundó sus fosas nasales.