31; Celos y flores /5

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El venezolano dejó su pequeño diario de lado, pensando en lo estúpido que se veía escribiendo en aquel libro como una niña de 7 años, pero de eso dependía su "estabilidad emocional", guardó su cuaderno secreto en uno de los cajones con llave, dejando la misma en un pequeño espacio de su escritorio, pues si uno de sus amigos lo veía se burlarían de él por un buen tiempo, se colocó un suéter algo extrañado pues era temprano y ya empezaba a hacer frío en Buenos Aires, bajó las escaleras, encontrándose con un desorden protagonizado por la mascota de España: Abduzcan II.

—¡Coño de la madre! ,ojalá me abduciera un OVNI con tal de no limpiar esta vaina. —rechistó. Se dirigió a la cocina dispuesto a desayunar algo para luego salir, llegó al refrigerador y notó como una nota apuntaba su nombre y un pequeño mensaje.

"Ché! Nosotros salimos a comprar unos chetos. No te llevamos porque andabas bien dormilón y me dio fianca despertarte. Para que veas yo no soy un irresponsable, te dejé el desayuno y el almuerzo en el horno, vos solo lo calentás y ya.

Te queremos, pedazo de forro. No me jodas la cocina ni la casa en general.

—Argentina y los otros."

—Tan lindo el arge…—bromeó sacando su comida del horno para luego calentarla en el microondas.

Pensaba, ¿Qué podría hacer mientras esperaba? Sus ganas de salir se habían esfumado, pero tampoco quería quedarse en casa 9 horas sin hacer absolutamente nada.

Tal vez… podría invitar a alguien.

—¿Pero a quién? —pensó en voz alta. No conocía muchas personas que digamos y tampoco es que les tuviera confianza, a penas se había mudado con sus mejores amigos.

¿Alemania? No, sería muy raro.

¿Mexico? No, muy desordenado y descuidado.

¿Rusia? Tal vez, podría ser una oportunidad para conocerse mejor.

Tomó su teléfono y busco el contacto para llamarlo.

Un tono...

Dos tono y nada...

Tercer tono, le contestó una voz grave al otro lado del teléfono.

—¿Ajá?

—Buenos días, Rusia, soy Venezuela, quería saber si estás libre y, de ser así, puedas venir a la casa a pasar el rato.

—Claro, no hay problema. Llego en 15 minutos. —contestó resaltando ese español con acento ruso que desde hace unos momentos al venezolano le había parecido muy atractivo.

Espero el tiempo indicado en casa, por alguna razón se cambió de ropa a una más bonita, se había peinado su cabello semilargo y había preparado algunos tostones caseros.

Se sobresaltó al escuchar unos toques a la puerta, se miró en el refrigerador para confirmar que se veía presentable y fue a abrir la puerta, ahí estaba él, un imponente ruso alto, vistiendo una chaqueta de piel sintética negra, haciendo ver sus hombros anchos y su figura masculina resaltante.

—Hola, Venezuela.

—Hola, Rusia. Pasa. —se hizo a un lado para que el ruso pasara, luego cerró la puerta mientras miraba al ruso por detrás.

«El coño de la madre, ese es el madre culo, Dios mío» pensaba depravadamente.

Venezuela le indicó que se sentará en el sofá de terciopelo rojo que adornaba la sala con decoración minimalista, bastante bonito a decir verdad.

—Bien, Vene. ¿Para que me llamabas?

—Pues…

(•••)

El chirrido de la cama, junto con las respiraciones agitadas de ambos, gemidos del venezolano y suspiros del ruso era exactamente lo que se escuchaba en la habitación del argentino.

Sí, después de un rato de conversación el ruso se le "insinuó" a Venezuela, digo esto en comillas porque al estar sentado y sin su gran chaqueta, podía notarse en la parte del pantalón un bulto bastante grande, aunque este no estuviese erecto. Venezuela se acercó a él con el líbido por los aires y con un beso empezó todo.

Fue así como llegaron a la escena que protagonizan ahora.

Venezuela se encontraba dando saltos encima del ruso, tratando de ir cada vez más rápido, el ruso lo ayudaba manteniendo sus manos en la cadera del venezolano, una de esas embestidas alcanzó el punto dulce del latino, soltando un gemido bastante fuerte y comprometedor, unas cuantas embestidas más y se vino manchando el pecho trabajado del ruso y su abdomen.

&

¿Con qué cara publicó esta asquerosidad? No lo sé, pero realmente se me ocurrió reciclar algunos capítulos de historias que jamás publiqué, y qué mejor protagonizadas por países con patas.

★ one-shots [CH] ✧.*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora