38; más sexo

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Llegó la noche, y con ella el cansancio, aquel chica se había esmerado tanto en aquella maqueta que entregaría el lunes que había descuidado su sistema digestivo.

Su estómago, si tuviera vida propia, le pediría a gritos que lo alimentara.

Decidió cambiarse de ropa, una camiseta blanca con un mono azul cómodo y sencillo. Salió de su habitación no sin antes cerrarla, aunque sus amigos supieran sobre su gusto por South Park y los juguetes sexuales, había cosas allí que era mejor no saberlas.

Bajó las escaleras tambaleándose un poco, pues también tenía sueño, al doblar la esquina para ir a la cocina sus orbes tintadas en un verde opaco, observaron fijamente como Reino Unido, su novio, estaba de espaldas sentado en la cocina.

Pensó en molestarlo un poco con mimos, como solía hacer la mayoría del tiempo, llegó a la sala y vio a su chico con una botella de Whiskey, llevándosela a los labios mientras poco a poco fijaba la mirada en su novia, Francia notó en su mirada algo de molestia, algo había pasado, con seguridad se fue acercando a donde estaba el rubio, séntandose en sus piernas mientras rodeaba con sus brazos su cuello, le dio un beso en la mejilla y lo miró fijamente.

—Hey, bebé, ¿Qué tienes? —preguntó angustiada, su novio ni siquiera le había correspondido el beso.

—Nada, ve al cuarto y espérame como me gusta~ —esto último lo dijo en su oído, con la voz extremadamente ronca y autoritaria.

Ella extrañada por el antiguo comportamiento de su amante, se levantó de las piernas de su novio y subió a la habitación, cerró la puerta, sin colocar el seguro ya que en la casa solo estaban ellos dos, se quitó la camisa y el mono, quedando en ropa interior.

•••

El sueño que traía la francesa se había esfumado, como neblina, el insomnio se hizo presente y con el varias preguntas que invadían su cabeza.

¿Qué está pasando?

¿Por qué me trata así?

¿Acaso... ?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una puerta abriéndose, dejando ver la sombra de una persona alta, sin saber qué hacer se levantó de su cama, pero fue empujada de nuevo a esta por su novio, quien se abalanzó sobre ella, atrapando sus antebrazos con su mano y con su pelvis trataba de separar las piernas de su amada.

—Reino Unido, qué está pasand-

Un beso, un lujurioso y pasional beso la interrumpió nuevamente, notó el sabor alcohólico que cargaban sus labios, pero quién se dedicaría a pensar cuando un ángel disfrazado la besaba tan exquisitamente, como él solamente sabía hacerlo.

Quedó paralizada a los movimientos contrarios, pues con sólo un beso ella ya estaba a su merced, esperando ser follada como la reina que era, el británico se había separado, descansando su peso en sus rodillas mientras admiraba la pieza de arte que tenía en frente, la tenue luz de la luna iluminó un poco al chico, dejando ver como se mordía los labios y se quitaba el suéter que cargaba, quedando solo con una simple camisa negra, agregando el gran bulto que se veía en sus pantalones de mezclilla azul.

Así es, estaba excitado, y Francia quería pensar que la razón de su erección era ella.

Sintió como de nuevo unos labios suaves se posaba sobre los suyos, está vez fue un beso casto, sin ninguna mala intención.

—Darling... —finalizó el beso con aquella frase, se quedó callado, mirando con detenimiento el rostro pálido y sonrojado de su novia.

Sus oscuros ojos la analizaban de arriba hacia abajo, o eso podía sentir, bajó su mirada para comprobar que era lo que tanto observaba, consiguió decubrir la razón de su lujuria, había olvidado que estaba casi desnuda.

★ one-shots [CH] ✧.*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora