○Capítulo 10○

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El diario.

Marinette:

- No, Lamentablemente el diario está tan viejo que Se podría dañar lo que está en él - dijo el señor - pero si puedo llevar los a la sala donde se encuentra el libro para que lo miren, será una ocasión especial dado a que tenemos a la señorita Chloe Burgeois, su padre nos encargó un trato especial.

Dijo y Chloe estaba de buen humor y dejó que nos llevarán hacia el diario.

Chloe se acercó conmigo por alguna extraña razón.

- no sé porque por alguna extraña razón el palacio tiene que que ver contigo, pero quiero escuchar que es lo que dice ese diario - dijo la rubia.

- te lo explicaré solo si quieres, y si quieres escuchar que es lo que dice mantente cerca mío - dije, aveces hay que tenerle paciencia a las personas, ella no dijo nada y se mantuvo a mi lado mirando hacia otro lado.

Nos llevaron a una parte privada del museo, en dónde examinaban las cosas, en las paredes habían papeles sobre los artículos y un hilo uniendo casa cosa en una secuencia, a lo mejor con eso hacían un aproximado de la era y edad de cada cosa.

Llegamos a una puerta y nos empezaron a dar cubre bocas y guantes.

- adentro hace frío para mantener las piezas delicadas frescas y su mayos conservación posible, si no quieren entrar pueden permanecer aquí afuera pero sin tocar nada - dijo el guía colocándose los guantes - ahora sí, entren.

Adentro era increíble, había aún más piezas pero casi al alcance de tus manos, la sala era poco iluminada para la conversación de los colores y el especialista en esos temas, que nunca nos dijo su nombre, se paró frente a mi diario abierto, había una chica parada al lado del libro que traía herramientas de disección en mano, su cabello era anaranjado recogido en un moño y traía unos lentes redondos realmente grandes, era pálida y muy delgada, traía una bata.

- hola chicos, veo que vienen a ver el diario, ahora mismo estaba tratando de leer un poco, mi nombre es Wendi, soy una arqueológica - el especialista se acercó al oído de Wendi y le estuvo susurrando algo - ya veo, bueno pueden acercarse a ver, pero como ya les mencionó Alex la princesa tenía un código que no hemos podido descifrar.

Yo me acerqué y todos mis compañeros estaban atentos, todos habían oído como había leído el diario de padre sin problemas y por obvias razones todos querían escuchar.

- Mari,¿Puedes leerlo? - preguntó Adrien y el ambiente se hizo más tenso.

Pero de verlo solo quería llorar, mi caligrafía siempre había Sido buena, mi padre decía que como sabía leer y leía hasta cansarme podía hacer grandes cosas y ahí estaba yo enfrente de mi diario que aproximadamente tenía un siglo de antigüedad, respiré.

Claro que podía leerlo, después de todo era mío pero había cosas que ni yo sabía porque estaban ahí.

- si - dije y al parecer todos respiraron - "aunque el conde sea familiar de madre no tiene derecho de acercarse a mi persona solo porque quiere, el día de ayer trajo un arreglo floral tan grande que tuvieron que cargarlo ocho personas, mi dama de compañía siempre estaba hablando de buena manera de él pero no podía verlo siquiera como amigo porque había hablado mal de madre, era su reina y el solo se encargaba de rumores, siempre que estaba cerca mío solo quería oler mi cabello, cosa que no se podía por las anchas faldas que siempre traigo, lo único que él quiere es una esposa pero yo sé que puedo hacer más que eso." - terminé de leer media hoja.

- ¿De verdad dice eso? - dijo Wendy - he pasado un año entero tratando de codificarlo y nunca pude, wow, ¿Cómo sabes todo eso? - piensa en algo Marinette.

Una simple muñecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora