You Bring Me Home • omegaverse [ls]

II. Tastes so sweet, looks so real

"No sabía que era la felicidad hasta que llegaste a mi vida."

La estruendosa lluvia golpeaba fuertemente los ventanales del lugar. El invierno haciendo acto de presencia con esas nubes grises y frío clima.

Incómodo.

Así se sentía el ambiente en la oficina de Harry, donde frente a él estaban sentados dos alfas que venían en busca de un contrato sobre la compra de un terreno. Podía ver las gotas de sudor bajando por su cuello, esas sonrisas forzadas y temerosos ojos que lo miraban.

Sentía a su lobo rasguñar en su pecho junto con la vibración del comienzo de un gruñido.

—Mi última oferta ya fue dicha y acordada, así que a menos que quieran salir de esta empresa con el cuello roto, les recomendaría que cumplirán su parte del trato.— Habló Harry, acompañado de un feroz gruñido.

Las personas frente a él se sobresaltaron, intimidados.

—Lo lamento Se-Señor Styles, pero mi jefe no estuvo del todo conforme y decidió plantear nuevos términos.

El alfa puro apretó de manera fuerte los puños sobre la mesa mientras se inclinaba hacia adelante. Los nudillos volviéndose blancos junto a unas marcadas venas.

—Entonces dígale a su preciado jefe que no estoy de acuerdo sobre esta maldita estaf...—El rizado no termino de hablar antes de ser interrumpido.

Y entonces lo vió.

La puerta de la oficina había sido abierta por un pequeño omega castaño que abrió los ojos sorprendido al ver a más personas que Harry dentro.

—¡Alfa! ¡Lo siento! No sabía que estabas con gente. —Hizo un puchero encogiéndose un poco.

Omega precioso.

Harry sintió rápidamente como una calidez abrasadora se extendía por su pecho. Como todos sus músculos se relajaban y su alfa se tranquilizaba.

Vanilla y chocolate.

Respiro profundo con una sonrisa antes de contestar.

—No te preocupes, Lou. —Se levantó de su asiento. —Reunión de última hora, pero de todas maneras ya se iban, ¿Verdad? —Les dio una mirada amenazante que ellos sólo supieron responder con un asentimiento. —Entonces largo.

Los dos alfas se levantaron rápidamente para tomar sus cosas e irse a paso apresurado, bajando la mirada cuando pasaron junto a Louis.

Buena decisión.

—¡Harry! ¿Que te he dicho sobre tratar a la gente mal?—Reclamó como un niño pequeño observando a su alfa acercarse.

—Que no lo haga.

Llegó hasta al castaño.

—Lo sigues haciendo.

Asintió mientras pasaba sus brazos por la cintura de Louis, apegándolo a su cuerpo. Posesivo, cariñoso.

Lentamente agachó su cabeza hasta juntar su frente con la de su secretario. Tenía el ceño fruncido.

Harry sonrió.

—Nadie mas que mi omega merece que lo trate bien. —Louis se sonrojo ante la intensa mirada de Harry.