XI. Darling, just hold on

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"Nacimos para que cuando menos lo esperemos... La felicidad nos encuentre."

El pequeño gatito estaba oculto en una caja a un costado de la entrada del edificio, tenía una manta que cubría la parte de arriba, pero por los costados estaba lleno de agujeros que le permitían ver afuera de esta.

Podía observar a la gente y autos pasar, también como los copos de nieve caían de forma lenta, eran tan pequeños que no los podría ver sino hasta tenerlos en la punta de su patita. A comparación de los días anteriores, este tenía un clima muy calmado.

Hacía frío, pero no excesivo; había nieve, pero no la suficiente para una tormenta.

Cada vez que veía personas entrar al edificio, se imaginaba lo cálido que debía estar adentro, y muy en el fondo, aún guardaba esperanzas de ser encontrado por alguna familia que quisiera cuidarlo.

Solo pudo maullar de forma triste, sin saber que dentro de aquel lugar había un omega muy dulce, que quizás pronto lo encontraría.

Y ahí estaba él, tocando la manija de la puerta con la nariz arrugada y un puchero en sus labios.

—¡Vamos, Harry! Nos están esperando y vamos tarde. —Se quejó Louis mientras esperaba frente a la puerta.

Solo la luz de la cocina estaba encendida, la sala de estar se iluminaba con la luz natural de afuera, aunque se veía algo oscuro. Las nubes no permitían que el día estuviera muy iluminado, además de que estaba a punto de comenzar a oscurecer.

Iba vestido con un abrigo café claro que le llegaba hasta la mitad del muslo, un pantalón apretado y unas botas cafes—además de la bufanda que siempre traía en su cuello.

Habían quedado de cenar junto a Niall y Shawn en el restaurante favorito del rizado, dado que querían anunciarles la noticia de que pronto se iban a casar.

El omega sonrió.

Era tan feliz cada vez que observaba el anillo en su mano izquierda y al alfa que siempre estaba a su lado. Le provocaba una calidez en el pecho y su omega ronroneaba con alegría.

Amor, no encontré la camisa azul claro. —Gruñó Harry mientras se acercaba a su pequeño omega.

El castaño solo negó con la cabeza.

—Estoy seguro de que tienes otra camisa igual en ese armario, Alfa. —Comentó el omega mientras le ayudaba a cerrarse el abrigo al más grande.

Harry arrugó la nariz.

—Yo quería usar la Gucci.

Se agachó para darle un besito a su omega, un pequeño toque de labios que lo hizo sentirse menos estresado.

—De todas maneras te la iba a tapar el abrigo, alfa bobo. —Rió Louis.

El rizado no pudo evitar sonreír también.

—Tú haces lo mismo, omega. Cada vez que estas feliz usas tus bragas favoritas, yo quería usar mi camisa favorita. Es algo interno, ¿Comprendes? —Molestó el alfa.

Se alejó unos pasos para intentar escapar de los golpecitos de Louis, quien lo miraba con un puchero en sus labios.

El alfa comenzó a reír mientras caminaba hacia la salida, abriéndole la puerta al omega, dejándolo pasar primero.

—Bien que te gusta que use esas bragas. —Murmuró el castaño.

Harry sonrió engreído.

—Bien que te gusta lo que te hago con esas bragas, omega.

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2021 ⏰

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You Bring Me Home • omegaverse [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora