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maratón 2-3


11 de septiembre

El joven Zabini estaba con su madre y sus padrinos en el andén. Sabía que hoy empezaría una nueva vida para él y sus amigos. Pansy ya tenía a Nott y a los dos niños más tontos que él haya conocido.

—Llegaste. —Pansy le saludo con calor y sus amigos también.

—Pansy, Theo. Par de bobos.

—¡Oye! tenemos nombres. —se quejaron al mismo tiempo.

Mientras los chicos hacían sus berrinches, los Malfoy miraron el andén, notaron a los Weasley, y a los Potter. También a los Flint junto a los Wood.

Sr. Malfoy también capto a muchos nacidos de muggles, y algunas familias mestizas, hasta que una cabellera singular llamo su atención. Un niño de cabellos rubios brillantes como su esposa y con reflejos plata, se encaminaba de la mano de un hombre mayor y a la par de ellos un hombre casi de su edad, que supuso sería el hijo del viejo. Los siguió con la vista y caminó para seguirlos—soltando una excusa sencilla a su esposa y amistades— un poco cerca de ellos de la forma más casual posible.

—Oh, ya era hora que los Ross vuelvan. —el viejo dijo con voz rasposa y alegre, llena de orgullo.

—Abuelo en que Casa estuvo tu hermana. — la voz del niño se notaba curiosa, pero no nerviosa sino más expectante, eso alegro mucho a Lucius.

—Helena fue una grandiosa Ravenclaw, pero recuerda no importa donde quedes, eres el nuevo mago de la familia Ross.

Ross, ese era un apellido completamente fuera mágico, aunque tenía cierto parecido con otros de los sagrados veintiocho, a lo mejor eran familia si el anciano sabía de magia.

«No termino con completos muggles» —pensó con más aliento que nunca.

—¿Cuál es el apellido de mi familia aquí? —. Lucius miró en detalle al pequeño niño, el cual miraba todo con ojos grandes y brillantes.

—Es verdad, al ser bueno tú sabes, tuve que modificarlo. Son los Rosier, ten en cuenta que no saben de nosotros en un tiempo, oh la cara que hará el jefe de la familia. Bueno y ¿estudiaste todos los libros?

—Si, abuelo.

—¿Todos?

Se sobresalto un poco y formo un puchero—Bueno no todos.

—Mocoso...

—Padre, recuerda es la tercera línea, se feliz que él si sea mago.

Lucius observo como los labios del viejo se contraían y el hijo de ese se avergonzaba por algo. Pero se centró en el niño, era tan parecido a él cundo tenía su edad. Oh dulce Salazar, su hijo, su dragón volvía. Se sintió mejor al confirmar sus sospechas, su hijo tenía por padres unos squibs, pero había sangre mágica con ellos.  


Perspectiva de una vida diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora