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Los viejos amigos de Draco

Resumen: La reina va a cosas importantes, es decir no a cualquier almuerzo. Harry conoce a los príncipes amigos de Draco y estos creen que él es raro.

[***]

—No te preocupes, ellos son así. —Draco lo defendió de algo que decía un chico.

—Bueno, es bueno saberlo.

—Solo no te juntes con la chica Pemberloo, ella es muy pegajosa. No te dejara de hablar hasta que le digas que no eres de la corona, bueno eso diles.

—Ok.

—También huye de los gemelos Thompson, ellos bueno, se creen mucho porque hablan de su colegio en Suiza, y yo no hablo tanto del mío, por bueno, tú sabes.

—¿Diremos que estamos en el mismo internado?

—Claro. Y cuando les presente al Sr. Malfoy dejaran de molestarme diciendo que miento.

—Oh es verdad. Mira ya llegaron. —y los señaló.

Y así era. Los señores Malfoy llamaron la atención desde que pisaron el jardín, parecían que siempre hubiera pertenecían allí. Es más, la magia en el interior de Draco se agito como siempre lo hacía en compañía de la Sra. Malfoy y a la vez se volvía tranquila con el Sr. Malfoy, pero hoy no parecía el caso.

—Malfoy.

Draco oyó como un socio de su padre la hablaba al profesor, se incomodó, eso era que el Sr. Malfoy también hacia negocios con los muggles o el peor de los casos ese tipo era un mago y trataba a su padre como una cosa sin magia. Si había leído que no eran bien visto a los Squibs. Maldito.

—Buen día, Hostian ¿No sabía que vivías por aquí?

—Ni yo que circularas por estos lugares.

—Me invitaron, y no podía negarme.

—¿Quién?

—Yo—. Draco le miró fríamente, Hostian era un hombre en los negocios de embarcaciones y nunca le quiso ayudar a su padre y lo sabía porque, un día había oído decir a su padre eso.

Hostian miro al chico, era la viva imagen de un Lucius en el colegio. Pero él sabía que era el hijo de los Ross así que era imposible tal cosa.

—Joven Ross.

—El mismo, Sr. Hostian. ¿Qué placeres da la vida? — maldito, gritaban los ojos de Draco y tal parecía que el profesor Malfoy estaba inquieto. La esposa de su maestro lo miró y entre cerro los ojos.

—Querido ¿qué pasa?

—Nada señora Malfoy. Solo que no sabía que el Sr. Hostian era amigo suyo.

—Te molesto algo del Sr. Hostian, Draco.

Draco soltó un suspiró, y negó. En tanto Hostian ya se había retirado, parecía que no quería estar cerca de ellos «cobarde». —Solo que él ha sido un poco difícil con mi familia.

—Ya veo. Bueno ahora estamos aquí ¿Por qué no nos presentas a tus familiares?

—Me encantaría.

[***]


Y Draco llevo a conocer a su profesor favorito a sus padres, señores que quedaron sorprendidos por el parecido de los magos con su hijo.

Pero como se dice: No hay peor ciego, de aquél, que no quiere ver.

Perspectiva de una vida diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora