Perspectiva de una vida diferente

17

Sr.Malfoy vrs Sr. Ross

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—No lo esperaba en mi casa. — su voz era educada y fría.

—No puedo ir al colegio. — respondió acidamente.

—¿Molestará a mi esposa? —. Lord Malfoy lo miró de hito a hito.

—Tu esposa acapara la mente de mi hijo. —rebatio.

—Draco es un joven talentoso...

—¡Por mi esposa! Mi esposa, la madre de Draco...

—No lo es. Y tú lo sabes.

—Draco es un Ross, nosotros lo criamos, nosotros le dimos lo que tú y tu esposa no. Y la verdad no sé...

Lucius se paró de su silla, donde estuvo todo ese tiempo, altivo y soberbio. Y caminó hasta la chimenea de la casa.

—Esta casa no era nuestra, cuando llegamos. Aunque no le crea nadie, era de la familia de mi madre, ella era francesa. Madre hizo algo impensable y aterrador. La mansión no lo aceptó, pero no podía hacer nada, así que empezó a cobrar la deuda con el ser más inocente. —. Lucius tomo aire—. Mi esposa aun no daba a luz y tenía miedo, la casa hizo algo y adelanto el parto, Draco nació días antes de lo esperado, el cinco de julio, aunque debía de ser el veinte o veinte cinco de ese mes.

—¿Pero eso que tiene qué ver? — el Sr. Ross lo miró sin entender nada.

—La casa casi lo mata. Narcissa quedo sola y encerrada en la recamara, nadie podía pasar, estaba sellada con magia de la casa. Los gritos de mi esposa se oían por todos lados.

—¿Y Draco?

—Contra todo pronóstico sobrevivió. Al tercer día la casa lo escondió, Cissi y yo, lo buscamos en toda la casa. Mi padre salió a los alrededores, solo quedaba el laberinto.

—¿Laberinto? —susurró sorprendió y recordado algunas cosas que para él y su esposa eran extrañas.

—Lo encontramos en la mitad de este. Estaba con sus mantas, a mitad de la fuente, Narcissa lo tomo y lo llevo a su habitación. Después de estar un mes de esa forma, temerosos que algo más grave pasará, no podíamos más.

Lucius negó abatido.

—Draco llegó a nosotros aún pequeño, mínimo tenía unos meses.

—Ocho, Draco tenía ocho meses cuando lo arrojamos al mundo muggle. Hicimos un hechizo de proximidad mágica.

—No fue suerte entonces.

—No. Claro que queríamos a magos con él, pero pensé serían mestizos o unos Black expulsado por cualquier cosa. No importaba, la casa tendría barreras donde mansión no lo encontrara.

—Llego a nosotros. No tenemos barreras y nada parecido. ¿Por qué?

—Son Rosier, algo de Black deben de tener y tu esposa es una mujer del mundo social, creo que esto influyo en la magia, no lo sé.

—Nos lo quitaran—. El Sr. Ross lo dijo con sabor amargo, Draco era su bebé y el de su esposa.

—Cuando tenga que dejar un heredero, talvez.

—¿Tú hija?

Lucius sonrió—. No existe. La chica es solo un invento, nuestras visitas eran para ver a Draco.

—¿Qué?

—Narcissa dio con él cuando fuimos a Francia, a la Rivera. Desde allí pensaba que sí iba seguido podía verlo. Después compramos una casa y luego algunas cosas a eso íbamos. Además, ella ama comprar cosas.

—¿Lo vieron antes?

—No. Hasta el día en la estación. Nunca supe de ti o tu esposa. Nada.

—Ya veo.

—Draco sabrá la verdad cuando su herencia familiar despierte.

—¿Herencia?

—Tenemos treinta generaciones de sangre pura en nuestras venas. Sabes cuan poderoso es. Algunas herencias se presentan después de tantos años, o nacen nuevas. Draco es especial, ya lo verás. —Lucius miró a al Sr. Ross—Hace algún tiempo, el último Malfoy bendecido por la magia que se conoce, le fue dado el Don de ver el futuro y predigo una herencia familiar en vez de un don.

—¿Qué podrá ser?

—No lo sé. Sirenas, Arpías, Elfos de la Luz u Oscuridad, no sé. Sabemos que hay sangre de ellos en las venas de nosotros. Un antepasado se casó con uno de ellos, nos atribuyen nuestro color de cabello a ese suceso.

Al final ambos líderes de sus casas y familias, y amorosos padres, pactaron hacer lo mejor por su hijo Draco. El niño que nació con amor y ha sido criado con devoción.