El Príncipe y El Esclavo 2. Mi Eterno Enamorado

36. El Plan de Brandy

(Pv Aras)

.....Esto tiene que ser una maldita pesadilla

Estábamos apunto de irnos al concierto del amigo de Marcos cuando mi celular sonó y llegó un mensaje

"Oluwa fue tomada por la Bestia Roja"

Unas simples palabras, una oración....fue suficiente para que todo a mi alrededor se desmoronara

Mi teléfono sonó nuevamente y vi que era Ace, contesté rápidamente esperando que me dijera que era una broma

—Empaquen todo, tenemos que regresar, el Embajador acaba de llamarme, alguien entró en el Palacio, parece que darán la noticia de que huimos del país.

—Nosotros ya estamos en camino —escuché a Aron mientras se escuchaba el ruido del helicóptero en la lejanía.

—El Embajador ya pagó por todo—dijo Ace—. Dijo que va a tratar de mantener las cosas tranquilas hasta nuestro regreso.

—De acuerdo, entonces nos daremos prisa—dijo Akarin antes de colgar.

—Nos vemos en el lobby—dijo Arisha y rápidamente colgó

Yo hice lo mismo y le pedí al taxista que regresara al hotel.

—Pero señor, estamos en el tráfico —trató de decirme, así que le pagué y salí del vehículo junto con Marcos

—¡Aras! ¡El hotel está muy lejos! —me gritó tratando de seguirme—. No llegaremos a pie.

—Entonces busquemos un vehículo —dije buscando algo, en eso vi a un grupo de chicos hablando entre ellos mientras limpiaban una moto—. ¡Oye! Necesito que uno de ustedes nos lleve a un lugar.

—¿What? ¿Que nos viste cara de taxistas? —preguntó un chico moreno —. Ve a molestar a alguien más

Saqué de mi cartera algunos billetes que había cambiado para comprar cosas en el evento y se los mostré

—Si nos llevas todo esto será tuyo —le dije

—¿Eh? —el chico me miró boquiabierto al igual que sus amigos

—¡Aras! ¡Les estás dando veinte mil dólares! —exclamó Marcos asustado.

—No importa, de todas maneras ya no nos sirven de nada—dije tratando de calmar mis nervios, mi miedo y sobretodo mi rabia.

—Vale, los llevaremos a donde nos digan —dijo el chico encendiendo la moto.

El otro amigo llevó a Marcos y luego de dar varias vueltas llegamos al hotel y les di un poco más junto con los boletos que el vecino de Marcos nos dio para ir al concierto.

Fuimos rápidamente a recepción y vi a mamá Lúa con todas las maletas listas y a los niños que corrieron a abrazarnos.

—¿Están bien? —les pregunté al ver sus rostros asustados.

—Tío Aras—Shyna estaba luchando por no llorar—. Oluwa...Oluwa.

—¡Ya estamos aquí! —Ace y los demás entraron rápidamente —. Démonos prisa.

Todos subimos a la limusina y nos ayudaron con el equipaje

—Buena suerte, Majestad—le dijo el dueño del hotel a Ace.

—Gracias, les avisaremos como acabaron las cosas—aseguró Ace—. Fue una estancia agradable, me hubiera gustado pasar más tiempo aquí.

—Usted y su familia siempre serán bienvenidos aquí —aseguró —. Espero que lo que haya pasado en su país pueda resolverse pronto.