11.

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Error estaba sentado en su escritorio de la oficina, revisaba las cuentas y que todo estuviera bien en el inventario, si hacía falta algo era mejor tenerlo siempre bien contado.

Realmente era atento en su trabajo, aunque como tal no era más que supervisar cada que podía y arreglar ciertas cosas.

Pero al segundo que escuchó una notificación de su teléfono, lo tomó y contesto. Era un mensaje de Ink. Dejo todo de lado y le respondió.

Después de intercambiar números hablaban sobre una que otra cosa, al parecer ambos eran muy sociables y la charla no fue mala en absoluto.

Desde que salió de casa había estado hablando con él, aunque se detuvieron un momento cuando Ink mencionó que iba a ir al trabajo y no podía escribir mientras manejaba, tan responsable y tan contrario a Error.

—Jefe.— Cross llamó a Error al abrir la puerta. Rápidamente este se sobresaltó por el repentino llamado y llegada contraria.

—¿Sí?—

—Lust vino a comer, dice que quería hablar contigo.—

—Dile que ya voy.—

Cross asintió y salió de allí. Error suspiro y salió luego, de mala gana, quería ver si Ink pronto respondía su mensaje. ¿Quizás estaba demasiado emocionado por eso?

Al salir, vio que, en una de las mesas lejanas, Lust estaba sentado tomando un jugo junto a un muffin. Tomó asiento frente a él.

—¿Y bien? ¿Cómo va la vida?— Preguntó Lust, sonriendo.

—¿Qué sucedió?—

—¿Quieres ir al grano? Ni me dijiste hola.—

—Ugh, hola, Lust.—

—Hola a tú también.—

—¿Entonces?—

—Pues... Solo quería venir a comer algo, ya sabes, y me gusta como preparan todo acá. Aparte de eso, vine y aprovecho para hablarte de tu noviecito.—

—¿La App?—

—¡Sí! Como sea, es sinónimo cercano... La verdad es que ya pagué lo necesario, la están arreglando... O lo que sea que tengan que hacer para ingresar a su sistema y alterarlo.—

—¿Hackearlo?—

—Eh... ¿Supongo?—

—¿No es eso ilegal?—

—La App lo es, creo que incluso más que hackearlo.—

—...Dios...—

—¡Sin quejas! Ya está hecho. Cuando mi pareja me avise te lo devuelvo.—

—Ahora que recuerdo, nunca me dijiste de qué trabaja.—

—¿Importa? Tiene dinero.—

—Cierto, a ti no te importa nada más...—

—¡Oye! Me ofendes demasiado. También veo la apariencia, ¡Obvio!—

—La otra vez estabas con un señor, creo que podía ser tu bisabuelo.—

—Silencio, de eso no se habla.— Lust termina de tomar el jugo y se levanta agarrando el muffin. —Nos vemos luego.— Luego de eso se retiró.

Error solo fue devuelta a su oficina. Realmente tenía sus dudas. Probablemente no vaya a usarlo otra vez, no podía negarlo, básicamente Lust gasto en eso, así que debía por lo menos recibirlo, pero sentía que ya no lo necesitaba.

Al acabar las horas de trabajo, Error subió a su vehículo y fue camino a casa.

Justo cuando ya iba saliendo, su teléfono sonó, aun cuando estaba manejando decidió contestar y dejar el teléfono en altavoz.

—¿Sí?— Dijo Error.

—¡Hola!— Era la voz de Ink. —Te iba a contar, ¿Sabías que Dream y Nightmare pelearon terriblemente por un año solo porque Dream tenía un dulce en el refrigerador y de repente ya no estaba? ¡Pensó que lo robó Nightmare! Resulta que se lo comió su madre.—

Error río. No era una conversación tan espontánea, ya que los últimos mensajes antes de ese momento eran "momentos graciosos de hace años". Había contado un poco incluso de los gemelos, ya que eran unos amigos en común.

—¿Enserio?— Dijo Error.

—¡Si!— Ink río.

Rápidamente se llevaron bien, quizás tenían gustos diferentes, pero eso hacía que tuvieran de que hablar sin cansarse.

Siguieron hablando poco más, hasta de repente, Error al quitar por unos segundos los ojos de la carretera y volverlo a ver, tiene que girar para evitar chocarse, y al hacerlo, frena de repente. Ink pudo oír los ruidos además del sonido constante del claxon de los carros casi afectados.

—¡Dios! ¿Qué fue eso? ¿Estas conduciendo?—

—Eh... Sí.—

—¿Y estas hablando por teléfono? ¡Pero Error, solo tenías que decirme!—

—Pero no era tan grave.—

—¡Puede serlo! ¿Qué pasa si te lastimas? ¡Me sentiré culpable!—

—Bien, ya entendí.—

—Hablamos más tarde cuando llegues a casa, ¿Sí? No quiero tener que visitarte al cementerio, aun quiero la revancha en los bolos y los cadáveres no juegan.—

Error río.

—Bien, eso haré.—

—Entonces, suerte.—

Ink cerró la llamada, Error siguió su camino. De alguna manera le recordaba a la app, quien también le regañaba cuando era imprudente.

Pero, seguía prefiriendo al Ink real.

YourWish [ErrorInk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora