Amor Estelar [FugoNara]

Capítulo Siete

Fugo se quedó dormido y Narancia al mando. Había logrado aprender las funciones básicas que necesitaba para pilotear la nave Aerosmith, por lo que ya no la volvería a estrellar. A Narancia le llamó la atención un planeta rojo, quería aterrizar para ir al baño, por lo que intentó despertar a Fugo, pues algo tenía aquél planeta que le daba el instinto de explorarlo

—Oye Fugo, ¡despierta!—Exclamó Narancia moviéndolo suavemente— Mira, mira...¡Un planeta rojo!

—Ah Narancia—Habló pesadamente mientras se despertaba—Si quieres explorarlo aterriza la nave.

—Pero eso no se hacerlo, necesito tu ayuda, por favor

—Ya te enseñé que debes hacer

—Pero tú eres más lindo y listo, lo harás mejor

Narancia logró que los sentimientos de Fugo caigan ante su encanto, por lo que se levantó de su cabina para dormir y fue a la consola de pilotaje a aterrizar la nave, Narancia estaba muy feliz, por lo que antes de que Fugo se siente frente a la consola, le dio un cálido abrazo y un dulce beso, Fugo estaba feliz de tener a Narancia a su lado, le daba el afecto que jamás conoció. Fugo sentó a Narancia a su lado y le explicó una vez más cómo hacerlo mientras aterrizaba en lo que parecía un lugar negro y desierto.

Al llegar, vieron que la vegetación y tierra de aquel planeta era roja, lo que hacía que el planeta se viera rojo desde el espacio, pero el lugar donde aterrizaron fue una especie de planicie de nieve negra. Al dejar la nave en tierra firme, Fugo sacó lo que para Narancia era una especie de radar, pero en realidad este aparato detectaba la construcción más cercana y trazaba una ruta hasta ese lugar.

—Woa, que genial ese aparato

—¿Qué no tienen de esos en la tierra?

—No, a lo más hay GPS, pero supongo que para ti eso es como la época de las cavernas

—Touché

Ambos siguieron caminando en línea recta hacia la construcción cercana que indicaba el mapa digital, Fugo colocó un localizador a la Nave, por lo que era imposible perderla y sería más fácil regresar a ella en caso de peligro.

—Mira Fugo, una cabañita parecidas a las de la tierra—Dijo Narancia al ver la cabaña de madera roja— Eso sí, las cabañas no son de forma circular allá

—Narancia, puede ser peligroso, no vayas directamente a...

Fugo vio como Narancia nuevamente corrió hacia lo desconocido sin importarle el peligro.

—Olvídalo—Dijo Fugo rodeando sus ojos y siguiéndole el paso

Narancia llegó a la puerta y golpeó esperando que saliera alguien. Se sintieron unos pasos aproximarse y una grave voz regañando del otro lado.

—Ya les dije que si quieren que me suscriba a su iglesia galáctica,traigan vino primero y recién ahí conversamos—Dijo mientras abría la puerta

—Hola, me llamo Narancia Ghirga—Dijo Narancia muy feliz— Vengo de la tierra y le quería preguntar si me prestaba el baño

—¡Pero Narancia! —Gritó Fugo desde atrás— ¿Todo esto era porque querías ir al baño?

—Es que me da miedo hacer en la nave, tiene muchas luces y no quería que me vieras si hacía atrás de la nave sobre la nieve negra

—Ah qué más da, pasen—dijo el hombre alto de cabellera plateada y ropa oscura—El baño queda en la puerta del fondo.

Narancia corrió y cerró la puerta, se asustó al ver que el baño quedaba colgando y era una tetera de té, no sabía cómo ocuparlo, sin querer presionó un botón y el baño bajó, la tetera se extendió y quedó tal como un inodoro de la tierra.

Una vez que salió del baño, vio al hombre dueño de la casa y Fugo sentados en silencio esperándolo.

—Oh, necesitaba ir al baño hace horas, muchas gracias de verdad

— ¿Dicen que vienen de tierra? —Preguntó el dueño de casa—¡Que largo viaje!, esa ciudad queda en el otro extremo del mundo

—No, en realidad yo soy del planeta tierra—dijo Narancia

—¡QUÉ COSA!—Exclamó el hombre molesto— No me tomes el pelo niñito, el planeta tierra queda a miles de años luz en la vía láctea y no se ha confirmado si hay vida allí, si andas con tus bromas mejor vete

—Es cierto, él viene de la tierra y yo vengo de Purple—Dijo Fugo seriamente— Suena una locura pero nuestra nave está muy cerca de aquí

—No les creo nada, imposible que sean extraterrestres, déjense de juegos que no estoy de humor

—Y traje vino del planeta Purple—dijo Fugo sacando una botella de su cápsula

El hombre mayor le arrebató la botella de vino y sonrió

—Mi nombre es Leone Abbacchio, si no tienen donde pasar la noche tengo una habitación de huéspedes—Dijo sacando de su pantalón un sacacorchos—No se si son extranjeros o extraterrestres, pero si este vino es delicioso, se ganarán mi amistad

Una vez que abrió el vino, sirvió una copa para beber, y al pasar la prueba, asintió con la cabeza y luego les sirvió una copa a cada uno.

—¡Este es del bueno! —Abbacchio los hizo pasar al pequeño comedor

—Señor tiene mucho desorden, ¿acaso vive solo?—Preguntó Narancia

—No seas desubicado—Fugo le dió un codazo

Abaccio bajó la mirada nostálgico, mientras buscaba comida para ellos en su mini refrigerador junto a la mesa. Solo tenía comida chatarra y pre calentada, lo cual aumentaba su sentimiento de soledad.

Abbacchio abrió la cortina y se sentó junto a los jóvenes. Podía verse una hermosa luna azul la cual dejó perplejos a Fugo y Narancia con su belleza.

—No me la miren tanto—Dijo Abbacchio— Ahí vive una extraña figura de la que me he enamorado ¡Si se ríen les pego!

—Cómo podría burlarme si me enamoré de este ser que viene de los simios—Dijo Fugo apuntando a Narancia

—Al menos no vengo de los monstruos tóxicos que echan babas

—¡No te atrevas Narancia, o te mato! —Fugo le enseñó el puño

—Saben, les voy a contar una historia—Abbacchio les dijo llamando su atención— Una historia de mi vida y de la luna azul, no se rían o los pateo...