Capítulo Quince

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El lugar con la nueva vegetación era húmedo y refrescante pero cálido y acogedor, ya no se sentía esa brisa abrasadora y el ambiente de destrucción hostil. Ya no había vestigios de guerra en el aire ni zonas marchitas por doquier.

Ahora todo era paz, belleza, armonía y amor. Se podía sentir el sonido de las aves y las cascadas de agua pura cayendo donde antes solo había devastación y contaminación. La vegetación en su mayoría en matices rosa, celeste y blanco. Los árboles dejaban sus hojas danzar al ritmo del suave y cálido viento dorado. La tierra y el pasto lucían fértiles y tenían un aroma exquisito. Incluso las casas abandonadas, ruinas y refugios eran acariciadas por plantas de enredadera que se enlazaban de forma natural a dichas edificaciones.

Era el hogar que Mista siempre deseo, incluso la fauna pistol lograba revivir entre los casquillos de balas, y estos pequeños amiguitos oriundos de ese mundo estaban muy alegres al re nacer en su lugar de origen, pero traídos a la vida desde un objeto que alguna vez causó muerte, seres pequeños que sólo actuaban por instinto pero que tenían una gran motivación por seguir creciendo y cambiando.

—Esto es increíble—Exclamaba Narancia atónito—¡pareciera que el planeta acabara de nacer!

—Éste es el réquiem—Habló Giorno un poco exhausto—Pero fue agotador

Mista le ayudó a sentarse bajo la sombra del robusto y hermoso árbol de sextanBerries con tronco color Cyan y hojas celestes y mora oscuro. El resto del grupo tomó asiento a su lado sobre el suave césped rosa en lo que contemplaban el paisaje y eran testigos de una belleza que reencarnaba y volvía a la vida tras años de agonía desértica.

—¿Estás bien?—preguntó Mista muy preocupado—¿No te pasará nada malo?

—La devastación era a tal magnitud que restaurar me agotó más de lo normal y tomará tiempo que vuelva a surgir vida inteligente—Suspiró—Quiero quedarme y ver cómo estas pequeñas criaturas evolucionan hasta poder razonar, es la parte divertida de restaurar mundos y la verdad esta vez siento que este es mi hogar

—¿Antes había pasado?—Preguntó Fugo

—Solo dos veces, en un planeta enano de Rigel y en el tercero del solar central de láctea

Fugo apretó la mano de Narancia y éste lo miró sin entenderlo.

—¿Qué pasa Fugo hermoso?

—Ese tercer planeta es conocido como tierra dentro de su sistema solar—Fugo lo miró preocupado—Es tu planeta natal

Narancia miró a Giorno

—¿De verdad estuviste en la tierra?

—Fue hace mucho, un meteorito chocó contra la tierra, hubo una era glacial—Girono habló mirando el horizonte— En ese entonces aún era un niño, pero jamás olvidaré las maravillas que crecen en esa tierra

—¿De verdad te gusta mi planeta?

—!Claro! Un océano que es el azul reflejo del cielo,Flora verde y fauna diversa—Bajó la mirada—Lo único que lamento fue que se me haya prohibido interferir tras las bombas atómicas de su gente, fue tan doloroso presenciarlo, hubiera querido hacer más

—¿No pudiste?

—Hay ciertas reglas para restaurar planetas, la cantidad de bajas no cumplía con el mínimo para intervenir porque no tenemos jurisdicción sobre los seres inteligentes de cada planeta, por eso solo revertimos la devastación.

—¿Y cómo aquí?

—Aquí todo se redujo a prácticamente cero, en la tierra pudimos ayudar en esas ocasiones para que haya un ecosistema estable que permita que la vida siga evolucionando—Giorno explicaba—Pero mientras haya una gran cantidad de civilización inteligente que pueda crecer por su cuenta no hay mucho que hacer, no pude ayudar en el Vesubio ni en las guerras mundiales porque era algo que les correspondía a ustedes, un dinosaurio en cambio no habría podido reforestar por su cuenta, así como el Pistol que es la base de la cadena evolutiva de la especie de Mista.

Amor Estelar [FugoNara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora