Un final a veces siempre marca el comienzo de algo nuevo.
Al terminar un día duro siempre viene un nuevo amanecer lleno de nuevas oportunidades y experiencias por vivir. Una nueva aventura comienza a diario con la salida del sol, pero para Narancia cada día sin su amado era un tormento. No había días soleados ni nuevos, solo se repetía lo mismo desde su retorno al planeta tierra.
Se había quedado atascado en el tiempo, los días y meses transcurrían para todos como de costumbre pero su corazón permanecía en el momento de la separación.
Se limitaba a solo cumplir con sus obligaciones básicas para subsistir en la escuela para adultos. Aunque su meta a futuro era terminar sus estudios y retornar a un cohete para surcar los cielos del espacio sideral. De esta forma planeaba volver a ver a Fugo, aunque fuera una vez más antes de morir. Aunque ese deseo le tomara veinte o hasta sesenta años, su mayor anhelo era volverlo a ver.
Un golpe en la puerta de su casa lo sacó de sus pensamientos.
Estaba esperando un paquete pero era muy temprano para que fuera el repartidor. Tampoco podría ser alguien predicando o vendiendo ya que vivía muy alejado de la zona urbana y apenas había salido el sol hace unos diez minutos. Pero de todos modos se levantó en ropa interior de mala gana. Sea quien sea que perturbara su tranquilidad a esas horas de la mañana se llevaría un desayuno de insultos.
Narancia se restregó sus ojos y tras dar un bostezo abrió la puerta con el ceño fruncido. Pero al ver la figura de la persona que estaba frente a su puerta solo pudo jalarse las mejillas, ya que parecía otro de sus sueños.
El suave resplandor de los rayos del sol asomándose por la montaña iluminaron los dorados cabellos del hombre que estaba frente a su puerta con una dulce sonrisa y un ramo de extrañas flores púrpura que sólo había visto en el espacio.
Tenía que ser él y tenía que ser real...
—Según los datos de su civilización a ustedes los terrícolas les gusta que les regalen flores en ocasiones especiales—Dijo el hombre con voz calmada—Esta es una ocasión especial, un reencuentro ¿No es así Narancia?
—Fu...Fugo
—Lamento tardar tanto en volver a encontrarte tontito
Narancia corrió a los brazos de Fugo para rodearlo con un cálido abrazo. Este correspondió mientras se aferraba a él como nunca en su vida. Las flores cayeron al suelo junto a la puerta de entrada mientras Narancia sollozaba de la emoción. Fugo por su parte lloraba en silencio ya que aunque la posibilidad era mínima logró ganarle a las estadísticas y encontrar el hogar de su amado terrícola.
—Fugo ¿Cómo encontraste donde vivo?
—He decirte que no fue nada fácil—Respondió cruzándose de brazos—El problema no fue encontrar tu ubicación, lo tardío fue entrar en la atmósfera burlando la seguridad terrícola y camuflar mi llegada para evitar el pánico en tu civilización
—Bueno... ¿Quieres pasar?
—¿No entendiste nada de lo que te dije?
—¡Si entendí, ya no soy tan burro!—Exclamó Narancia—Es que te demoraste para que no te pillen como a los ovnis captados en vivo real no fake
Ambos entraron a la casa. Fugo revolvió los cabellos de Narancia mientras este fue a prepararle un café ya que la mañana estaba un poco helada. Todo parecía un sueño, pero era real, Fugo había regresado. Así como era casi imposible que un terrícola haya viajado por tantos mundos y regresado a salvo, era imposible que un Purple entre a la tierra sin ser detectado sólo para seguir a alguien que amaba.
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Amor Estelar [FugoNara]
FanfictionUniverso Alterno. Narancia Ghirga se anota a un programa de astronautas tras ver un anuncio en un periódico de la basura. En su primer viaje, su nave cae en un planeta aparentemente desolado, lo cual le abre las puertas al amor y a grandes aventuras...