Armin y Yo nos hicimos muy buenos amigos desde entonces, casi como si ya fuéramos pareja. Pero no éramos una pareja, veía a tantos con pareja y no había punto de comparación. La profesora Hanji y su esposo el Sr.Ackerman eran agua y aceite, se trataban de mala manera pero con cierto cariño. Ymir y la abeja reina Historia era como una pareja recién casada, todo lo contrario a mí. Lo primero que pensé que Armin podría hacer pareja con perdedores como otras chica nerd como Mina Carolina. Mikasa y Eren, quienes discutían de vez en cuando pero parecían a punto del divorcio. Sim embargo, Armin me protegía a su manera y creo que le daba algo que le hacía falta para ambos.
— ¡Es tu cuarta nota baja en el mes! —Estaba armado por un cinco como siempre al ver mis calificaciones.
—Relájate Arlet, pediré un prorroga e iré a clases extra. -Dije son mi cabeza contra el escritorio.
— ¡De ninguna manera, no mientras seamos amigos!
—Nerd — Dije de forma burlona.
—Hoy irás a mi casa, necesitamos estudiar mucho.
— ¿Tu casa? — Ahora estaba asustada, jamás había ido a una casa ajena.
—Te arrastrare de ser necesario. —Dijo sin dudarlo y sin ningún tipo de vergüenza, tan decidido.
Ambos teníamos la suficiente confianza para violar el espacio personal del otro, esta vez Armin casi tocaba mi nariz contra la suya con su mirada seria. El pecho me iba a explotar.
—Tú ganas Arlet. No quiero que te vean secuestrado a una inocente y delicada omega. —Dije sintiéndome desprotegida y con apetito de su tacto sobre mí.
En vez de eso solo sonrió, contra la luz de la mañana. Mis piernas eran gelatina.
—No tengo nada preparado. Pero puedo hacer sándwich para un aperitivo. — Dijo guiándome a su casa.
Era decente y con clase a comparación de mi departamento en cuál había desorden por doquier. No olía a Armin y eso me desilusionó, el olor de ambientador no era bueno.
—Mi habitación en el piso de arriba. -Dijo mientras caminaba junto a él.
Recobre mi desesperación cuando me acercaba su cuarto. El olor a canela y naranjas se hacía más plausible, en esas cuatro paredes. Había una cama perfectamente tendida, un escritorio no tan ordenado, televisor y consola. Varios anaqueles con mangas o video juegos, otros con libros. Su armario abierto con varias prendas de nerd, pero con ese olor tan atractivo.
Nos sentamos en la mesa redonda del centro y Armin sudaba. Yo sudaba frío porque en esa habitación descubrí mi deseo sexual.
—Bien comencemos. Seguramente enseñarte será más fácil que enseñarle a Sasha. — Dijo intentando se calmado.
Yo me encogí sobre mí y lo mire con enojo.
— ¿Entonces has traído a otras chicas a tu casa? —Dije con reproche.
—No claro que no, eres la primera. Quiero decir supuse que no te gustaría estar tan tarde en la escuela.
-Está bien rubio, te creo.
Armin no me debía explicaciones pero me gustaba que me las diera.
Con el pasar del tiempo concentrarme se volvió insoportable, apenas si entendía lo que me decía. Me perdía en pensamientos raros, en sus ojos y voz que hacía eco en mi cabeza.-Creo que necesitamos un descanso, te has equivocado en los últimos dos ejercicios. -Dijo cansado y suspirando. No me gusta que haga eso.
-Si tal vez pensar en otra cosa, tengo hambre. -Pensé rápido sin pensar.
-Bien es hora de unos refrigerios. -Recobró el entusiasmo. - Volveré en seguida.
-Claro.
El tiempo pasó y yo me inquietaba con cada segundo. Todo olía a Armin de una forma excitante que alimentaba mi curiosidad, no podía soportar. Armin era un buen profesor y yo una mala alumna, se me vino a la mente un juego de roll porno al pensar en eso. Caminé nerviosa por la habitación hasta su ropero, entre tanta ropa normal había un traje formal y mi mente me abandonó al olerla de cerca.
-¿Entonces tengo que ir a su casa para clases especiales?-Susurré entre la tela, el cosquilleo bajaba a mi entre pierna como el demonio. - Maestro, eso es muy sucio.
En mi fantasía, Armin me tocaba los pechos como yo me los tocaba. Mordí la tela de su traje colgado en mi fantasía.
-Soy una niña mala, quiero un castigo. Enséñame Armin.
Esa hambre sin nombre me guio hasta su cama, donde todo se perdió. Jamás me había tocado pero con tan solo saber que era su cuarto necesitaba frotar mi vagina contra algo suyo.
-Su cama huele tan bien, profesor Armin. Hágame suya aquí, folleme aquí.
Acostada en sus mantas mi coño se restregaba marcando todo con su olor. Mi falda estaba hecha un desastre pero deseaba que la sujete el rubio con gafas Que me bese y que me sujete violentamente con su polla comiéndome. No sé si era dura, no me importaba.
-Me portaré bien si me da a sus bebés en mi útero.
Me volvía contra el filo de su cama, creando una fricción que me hizo correrme por primera vez en mi vida.
-Armin-Suspire en voz alta. -Sé me mi alfa, muérdeme, soy tuya.Sin saberlo Armin me miraba desde el comienzo y él también se estaba tocando.
-Annie, córrete para mí.
Yo no lo sabía, pero cumplí sus órdenes.
-Soy un desastre por ti.
En cuanto me recuperé de eso, tome mis cosas y me marché de la vergüenza. Era una descarada y una mujerzuela, no quiero eso. Me acomodé las bragas y la cama de nuevo, no se disipó mi olor pero no lo noté. Al abrir la puerta me topé con él, con el temblor en sus manos y el plato de bocadillos.
-¿Annie?
-Yo lo siento, tengo un imprevisto y tengo que irme. Retomaremos el estudio otro día. Yo... lo siento.-¡Annie!
Yo corrí a mi casa, la había jodido. Soy una pervertida, masturbándome en el cuarto de mi amigo. Todo estaba mal conmigo y sobre todo porque quería volverlo a hacer.
Una vez que acepte que me enamoré de él las cosas fueron más fáciles.
Rendirme bajo esos instintos, ir a su casa con la intención de estudiar y aprovechar aquello que era mío. Encontraba camisetas desordenadas y me frotaba contra ellas, a veces su cama desordenada para hacerlo contra las sábanas. No sabía cuánto tiempo me la pasaba tocándome pero nunca aparecía para atraparme y yo estaba haciendo méritos para ser atrapada. Mi olor ya estaba mezclado en ese cuarto y jamás se iría, Armin le gustaba que fuera así.
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𝙂𝙪𝙮𝙨 𝙡𝙞𝙠𝙚 𝙝𝙞𝙢
FanfictionAnnie tiene que pensar rápido si no quiere terminar en un orfanato de omegas desvalidos. Necesita a su alfa destinado, necesita a un alfa perfecto para ella. Pero la persona perfecta para ella es lo menos inesperado, pero Annie ya lo ha elegido. Sie...