IX

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—Entonces, ¿Annie? — Pregunto Eren con picardía mientras lo miraba de reojo. — Sabía que estaban muy juntos últimamente, pero ahora Mikasa me debe 10 dólares.

— ¿No le debías 10 dólares la última vez que fueron a una cita? — Armin soltó una carcajada.

—Tiempo pasado, pero lo importante es que Mikasa y yo vamos a golpearte tan duro que Reines tendrá piedad de ti cuando te encuentre. — Eren se regocijaba en sus sueños. — ¿Por qué no nos dijiste? No me digas que fue repentino porque sé cómo es esa cabeza maquiavélica tuya.

—Era algo mío, Annie es completamente mi asunto y tampoco creo que hubieras aceptado mis métodos. — Armin desvió su cara avergonzada. — Tú tienes a Mikasa y estoy feliz por ti, pero no es bonito ser la tercera rueda.

— ¡Vamos Armin, no me digas que tenías celos!

— ¡Está bien! ¡Si, no soy bueno siendo un alfa pero hasta yo quiero algo de lo que haces con Mikasa!

— ¡Envidioso!

— ¡Literalmente pueden ser tan empalagosos como una película de Julia Roberts! ¡No puedo con ustedes comiéndose enfrente de mi propio almuerzo! ¡Dios, me he pasado la vida entera viendo cómo se enamoraban y no me digas que no puedo sentir envidia!

Armin explotó, al ritmo que Eren alzaba una ceja.

— ¡Lo siento amigo! ¡Pero ahora ya deberías entenderme, Annie y tú ya no podrán quitarse las manos de encima! — Dijo con un tono sabiondo. — Ya es muy malo que lo interrumpieran en su celo, espero que puedan retomarlo.

—Yo también lo siento por no contarte, pero si fue rápido y casi no lo vi venir. La verdad yo no hice un plan maquiavélico, lo hizo el alfa que vive dentro de mí. — Confesó el rubio al ajustar sus lentes.

—Eso es cierto, tienes unas hormonas muy potentes y por eso te pediré algo. — Eren comenzó a sentir un picor en la nariz que con el calor del momento no lo había sentido.

—Lo que sea, prácticamente acabas de cometer un delito por mí. — Dijo irónicamente

— ¡Por el amor del cielo, usa supresores! ¡De verdad apestas a perra en celo, creo que voy a vomitar! — Dijo dándole arcadas.

— ¡Eren estoy en celo! — Acentuó en lo último. — Tengo una erección todo el día que duele como el demonio, no sabes cómo es soportar estar en celo sin una pareja. Mikasa ha sido tu pareja desde tu primer estro. — Se quejó.

— ¡Bueno ahora por ti, voy a estar un buen tiempo sin mi chica! ¡Solo me apiado de lo que Levi me hará!

—Gracias, pero con Levi Ackerman no me meto.

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Annie

Mi estado de ánimo mejoró mucho, tuve la suficiente fuerza para escabullirme afuera de la academia de omegas y saltar la valla hasta la libertad. Mikasa esperaba a Eren mientras me dedico una sonrisa.

—Armin también escapo. — Dijo coquetamente.

Mi corazón se sentía cálido y una ansiedad sin nombre se apodero de mis sentidos, maldita sea me estaba hiperventilando. Mikasa cogió mi brazo tratando de tranquilizarme. Ella me abrazo, eso ayudó. No percibía su voz pero era cálida, nunca pensé que aquella chica tan rara sea tan bondadosa, ahora ante mis ojos ella era una santa.

— ¡Tienes que calmarte! — Dijo suavemente mientras mis latidos se volvían normales. — Si estás así de mal, tendré que dejarte de nuevo en la academia.

𝙂𝙪𝙮𝙨 𝙡𝙞𝙠𝙚 𝙝𝙞𝙢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora