IV

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—Armin está mal... — Dije mientras trataba de sacar su pene de mi vagina, sin embargo, seguía atorado en las paredes carnosas; me comenzaba a arder. — Tu nudo no baja.

—Tampoco creo que baje por ahora, no sé cuánto dura esto con exactitud. Es la primera vez que hago esto en realidad.

—Es la primera vez que tengo algo así entre las piernas. — Dije dispuesta a costarme en su pecho mientras retenía todo el esperma en mí.

—Sí, debí haber sido más precavido.

—No se puede ser precavido con estas cosas, prácticamente interrumpí en tu casa para que me folles. — Dije con honestidad. Mientras dejaba que el olor del rubio me tranquilice.

—Yo sabía que estabas cachonda, no pude complacerte y prepararte correctamente para hacer el amor. — Acaricio mi nuca suavemente. — Ni mucho menos para tener una marca de apareamiento, ¿piensas que fue buena idea?

—Si — Afirme segura. — No quiero que otro tipo me toque, me folle o incluso me embarace. Soy suficientemente capaz de ser tú pareja o es lo que tratare de ser, eres mucho mejor partido que yo. — Baje mi cabeza tratando de ocultar lo pequeña que me sentía en comparación de otras omegas bien portadas.

—Eso no me importa, te aseguro que eres muy buena para mi Annie. Yo me asegurare de ser un buen alfa para ti. — Me foso las mejillas hasta llegar a mis labios. — Desde ahora te complaceré en todo lo que quieras, no importa lo que sea, te lo daré.

Sus brillantes ojos azules iluminaban mi noche mientras me perdía en su boca acariciando la mía, sus labios moviéndose y causando una felicidad excesiva en mí.

—Solo quiero ser tuya, quiero pertenecer a algo solo una vez...

El rubio parecía más relajado y satisfecho un vez que su bestia interna fue alimentada

Recuerdo mis piernas húmedas y con su esperma saliendo de mí en pequeños pero incesantes chorros. Recuerdo también la sensación cálida de agua caliente en mi cuerpo. Me sentía es paz con todos los problemas que rodeaban en mi pequeño mundo, era tan pequeña y frágil por primera vez; podía estar en éxtasis al igual que en calma. Creí que sería horrible como las descripciones de la demás chicas, claro que, las demás chicas no fueron marcadas y pasaron su primer celo con un alfa.

Qué raro se sentía cuando estábamos a punto del amanecer, cuando el mismo calor y libido que me hizo venir a esta casa volvía a mi cuerpo, como un cosquilleo quemaba hasta hacerme jadear esperando una hora decente para saciarme. Comencé a frotarme contras las sábanas lenta e inconscientemente, mis caderas se movían solas buscando algo duro con el cual empalarse. El pene de Armin era muy complaciente, me sentía afortunada de solo conocer un pene por toda mi vida; odiaba las sorpresas.

— ¿Esta bien si te ayudo?

Una voz rasposa pero agradable pregunto y como todo esto era parte de mi fantasía accedí. Solo asentí la cabeza, de todos modos, mis sesos solo sirven para follar ahora. Solo oí las sabanas apartarse de mí y sus manos separar mis piernas, su respiración hacia cosquillas mi entrepierna. Comenzó con una lamida que quemaba, luego pequeños besos.

—Estas comenzando a dilatarte. —Su dedo atravesó mi vagina y comencé a gemir su nombre. — Debo ser cuidadoso o te correrás en seco, no quiero causarte dolor.

Sus labios se posaron en mis labios vaginales, como un beso del cual no tenía control alguno. Solo hacía que me mojara más, que mis fluidos terminaran en su boca; necesitaba tocarme los pechos para disminuir la libido. Solo lo aumentaría más, pero me satisfacerla lo suficiente para mantener la cordura. ¿Cómo no vi venir esto? Armin siempre se la pasaba con algo en la boca, sentía celos de lápiz que mordía. Era muy buen besador, el sexo oral sería lo mismo.

𝙂𝙪𝙮𝙨 𝙡𝙞𝙠𝙚 𝙝𝙞𝙢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora