Vine por Lena

Cielo

Kara_

-¿Por qué te detienes?- preguntó Lena

-Date la vuelta- ordené 

-¿Que?- preguntó confundida y agitada

-Date la vuelta- repetí 

Yo me quité de encima suyo, vi cómo ella se echaba boca abajo lentamente, pude apreciar su hermosos y voluptuoso trasero, esta era de las mejores vistas. 

Tomé sus nalgas con ambas de mis manos y las apreté con fuerza, ella gimió ante mi acción, masajeé para disminuir el dolor. Me recosté sobre ella, pegué mi intimidad a su trasero, besé su espalda, pasé mi lengua por toda ella, y luego, con lentitud, acomodé mi postura. 

-Muévete- le dije-muévete para mí-

Ella obedeció, sentí cómo esa fricción provocaba espasmos dentro de mí, le di una pequeña nalgada, luego otra...

-Ay! Kara, despacio- habló ella 

-Te has portado mal, mi amor, esos celos son muy malos, podrías mandar a la cárcel a cualquiera- dije pegándole otra nalgada 

Lena comenzó a moverse más rápido, y yo sobre ella, estimulando mi zona, contra su trasero, para llegar a un orgasmo, sujeté sus nalgas con fuerza para inmovilizarla, empecé a embestirla para provocarme más placer hasta que llegué al clímax pronunciando su nombre. 

Ella quiso darse la vuelta pero no se lo permití, con la fuerza que tenía, la pegué de nuevo a la cama, me agaché, besé su trasero y mordí 

-¡Ay, Kara!- gritó, al parecer le dolió 

Aún en esa posición, acerqué mi boca a su sexo, con delicadeza lo lamí, mientras mi mano derecha acariciaba su muslo 

-Oh, Kara, más rápido- pidió 

Moví mi lengua con más velocidad, con mi mano izquierda, preparé dos dedos y la penetré sin previo aviso, ella gimió alto, la penetré con más fuerza y velocidad mientras besaba y acariciaba su trasero. 

-Sé gentil- gimió mientras sujetaba con fuerza mis sábanas 

Eso sólo me motivó a meter un dedo más dentro de ella, soltó un gran gemido ante mi acción, no dudé y le pegué otra nalgada

-No es justo que a mí me hagas callar cuando estás arriba, si tú no te callarás cuando yo lo estoy- mencioné 

-Pe...-

-Silencio, Lena- exigí 

Seguí penetrándola una y otra vez, variando velocidades, con dos dentro dentro y uno fuera que estimulaba su clítoris. 

-Kara, necesito ir al baño, creo que...-

-Que cierres la boca- ordené mientras le daba otra nalgada 

Ella hizo lo que le pedí, Lena empezó a moverse, sobre mis dedos.  Un olor extraño se hacía presente, algo especial. Sentí cómo su vagina se contrajo y luego relajó, mis dedos estaban en una humedad muy grande y vi unas pequeñas gotas salir de su intimidad. 
Le di la vuelta para recostarla boca arriba, lamí su sexo, disfrutando de aquel manjar que salió de ella.

-Oh, Kara, fue el mejor orgasmo de toda mi vida- dijo ella 

No respondí, sólo seguí lamiendo hasta secar su intimidad. 

Me acomodé y recosté sobre ella, pude notar que mi sábana estaba mojada, al parecer, por sus fluidos. 

....