Vine por Lena

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Lena_

Desperté totalmente desnuda entre los brazos de Kara aún dormida, siento su aliento y calor, me encanta.
La verdad, pensé que Kara estaba incómoda, sentí que la presionaba demasiado, pero al parecer sólo estaba nerviosa

-Cariño, ya es de día- le digo 

-Mmm sí, pero quiero quedarme así un rato más- responde

-De acuerdo- 

Kara empezó a bajar sus manos a mi trasero, lo estrujó un poco 

-Estos sí son buenos días- comenta con una sonrisa

-Lo son- digo besando su cuello 

Ella siguió acariciando mi trasero, luego subió a mis pechos, los tocó y apretó un poco, solté un pequeño gemido ante su acción, besé sus labios 

-Mmm sin besos- dice 

-¿Tengo mal aliento?- le pregunto elevando una ceja

-mmm sí, o sea no pero...-

-Es el sabor de tu vagina-

-¡Lena!- abrió los ojos -¿Qué te he hecho? tú eras una señorita- bromea

Solté una carcajada

-Hay que levantarnos, tengo hambre- le comento 

-Yo también, vamos- responde besando mi frente 

Nos vestimos y salimos 
Todos estaban sentados en la gran mesa

-Buenos días- les digo

-Buenos días- responden en coro

Nos sentamos a comer con tranquilidad, entre pláticas y pláticas

-Hoy iremos a las cataratas de fuego- comenta Lucy emocionada

-Sí, debemos festejar la victoria- dice Peter

-Eso es fantástico- responde Kara

-Así es, vendrás con nosotros, pero sólo seremos lo 5, Peter, Lucy, Susan, tú y yo- decreta Edmon

-Eh... Bueno yo no sé si pueda quedarme más tiempo- dice Kara

-No hay problema, Kara, además, Jadis prometió darnos un recorrido por Narnia, también nos quedaremos- habla Sara

-Gracias- Kara le dice a la capitana -Uhm, ¿pero Lena puede venir con nostros?- pregunta mi novia a Peter

-Sí No- se escuchó a la vez, los tres reyes dijeron ''sí'', pero Susan dijo "no", todos voltearon a verla

-Lo siento, pensé que sólo irían los reyes- comenta la chica

-Si incomodo, prefiero quedarme aquí- les digo 

-No, no incomodas- replica Peter con una sonrisa ¿coqueta? 

Vi a Kara mirando a Peter con odio en los ojos, cómo me encanta verla celosa

-Bien entonces- sonreí de regreso 

Terminamos de comer, tomamos unos caballos y seguimos a Edmon que conocía el camino
El recorrido fue largo, hasta que llegamos a un valle con una catarata inmensa, el agua era color rojo fuego, no potente, sino liviano, era agua, no sangre, ese color provenía de las rocas, reflejaba y daba la ilusión 
El paisaje se veía divino, flores, aves y su hermoso canto 

-Bienvenidas- comenta Edmon bajando del caballo 

Bajamos todos y lo seguimos, llegamos a la laguna