Vine por Lena

.

Puedes planear tu vida, puedes planear qué carrera estudiar y esas cosas. Es gracioso, porque planeas cómo vivir, pero al final no sirve de nada. El único plan que funciona es el que no planeas.

Le compré un anillo de kryptonita a Lena, para que supiera que siempre será mi debilidad. Ya tenía escritos mis votos, parecía desesperada.

"Amada Lena Luthor. No te diré que eres kryptonita por que me haces vulnerable, tampoco diré que eres mi sol amarillo por que me hacer fuerte. Yo te digo, que eres mi sol rojo, aquel sol me deja en condiciones humanas sin dolor alguno, ese sol que me hace sentir simple, te digo que tú eres mi sol rojo porque me vuelves humana"

Encontré una carta de ella entre sus cosas, al parecer también eran sus votos, o lo que me diría antes de pedir mi mano

"Sé que no envejeceremos juntas, porque tú no envejeces, pero de todos modos, quiero envejecer contigo a mi lado. Verte forma ese rojo en mis mejillas, a veces lo detesto porque me hace ver blanda, pero te amo, y por ti puedo serlo. Y como te amo hoy, te amaré mañana y cuánto se me permita, porque el 'para siempre' se nos queda corto"

Pensar que nos casaríamos, tendríamos hijos y seríamos felices como en los cuentos de hadas. Pero lo cierto es, que no sabemos cómo terminan aquellas historias, en serio, sólo muestran a la protagonista casándose y luego cortan la escena, pero no nos muestran un después, nada nos asegura que realmente fueron felices por siempre.

Conocí a Lena cuando ella tenía su caparazón, evitando a las personas a toda costa, un método de defensa que le funcionaba muy bien; pero yo sabía que detrás de esa actitud ególatra, se encontraba un blando y hermoso corazón, del que terminé enamorándome completamente. Pero para mi mala suerte, no fui correspondida, o al menos yo no lo sabía; después Lena descubrió que yo era Supergirl y todo se echó a perder.

Posteriormente, vi morir a aquella chica de la que estaba enamorada, en una trampa que fue hecha para mí. Pero, como por arte de magia, regresé en el tiempo y así evité su muerte, causando un desastre en mi línea temporal, borrando a mi sobrina de la existencia y muchas cosas más.

Luego volví a enamorarme de Lena, pero esta vez fui correspondida, tuvimos problemas pero los resolvimos. Hasta el último que me la arrebató sin permiso.

—Fueron cincuenta veces, Kara, no fue un solo viaje.
—¿Qué dijiste?— pregunté confundida
—En la primera línea que creaste, Lena no te correspondió, tampoco en la...
—¡CÁLLATE!