Falling - YiZhan

Capítulo 7 - Parte II

Zhan Zhan se sentía culpable, no se preocupó por tener la cabeza llena de agua, se apresuró a enderezarse, Wang Yibo puso su mano en el bolsillo de su pantalón cuando le trajo una toalla y rápidamente ajustó su polla erecta. 

Jiao Jiao sostuvo un recipiente de plástico amarillo fluorescente y los miró con ojos fríos antes de dirigirse a la lavadora. Zhan Zhan envolvió la toalla en su cabeza y Wang Yibo se tomó el tiempo para ver a Jiao Jiao. Ella sacó su ropa de la lavadora y la puso en una tina, y luego puso cada pieza en el tendedero mientras goteaba agua.

No sabía cuánto tiempo se han usado estas dos lavadoras antes de que llegara a Lihong Hair Salon. Ahora el modo de centrifugado es básicamente inútil. Toda la ropa lavada está mojada. Zhan Zhan se envolvió el cabello, se puso una gran toalla de gorro en la cabeza como un indio y se acercó para ayudar a Jiao Jiao a retorcer su ropa. Después de todo, era la fuerza de un hombre, y pronto se acumularon algunas aguas bajo sus pies.

Zhan Zhan sacudió la ropa y habló con Jiao Jiao, aplanándola una por una, presumiblemente para enseñarle que la ropa no se arrugará cuando se seque. Cuando Jiao Jiao estaba al lado de Zhan Zhan, básicamente se quitaba su expresión molesta, actuaba como una bebé, mostrando una sonrisa tímida de niña y le frotó los brazos dos veces.

El corazón de Wang Yibo dio un brinco. Escuchó con atención y escuchó a Jiao Jiao llamar vagamente: "Hermano Xiao Zhan ..."

Zhan Zhan todavía sonrió, pero le quitó la mano de los brazos y dijo en voz baja: "¿Cuántas veces lo he dicho? No me llames así".

Jiao Jiao se lanzó sobre Zhan Zhan y dijo: "¡Solo quería llamarte así!"

Zhan Zhan miró impotente a Wang Yibo, quien cruzó sus brazos sin expresión en su rostro, y capturó la mirada de Jiao Jiao y dijo: "¿Cuántos años tienes y todavía actúas como una bebé?"

"Gege..."

"Bueno... adelante, adelante". Con un suspiro Zhan Zhan sonrió en modo de disculpa a Wang Yibo.

"No estas familiarizado con ella, es solo una niña" Después de que Jiao Jiao se alejara, Zhan Zhan se recostó sobre el hombro de Wang Yibo y dijo: "Siempre le gusta molestarme".

"Eres demasiado gentil con ella", dijo Wang Yibo tontamente, sintiéndose muy infeliz. "¿No ves que le gustas? Hermano Xiao Zhan".

Los ojos de Zhan Zhan se curvaron con una sonrisa: "Oh, Wang Yibo, ¿estás celoso?"

Wang Yibo se agachó para recoger su propia sábana de la cuenca a sus pies y miró las grandes manchas secas. "Sabe que eres un hombre?"

"Hmm. Lo sabe" Zhan Zhan frotó la mancha con sus manos y susurró: "¿Es esto tuyo o mío ...?"

Wang Yibo frunció el ceño y lo estudió detenidamente y dijo: "Esta mancha grande es mía y las otras te pertenecen a ti".

Zhan Zhan le dio una palmada en el trasero, ni ligero ni pesado, simplemente coqueteando: 
¿No tienes algo de cara? *

Wang Yibo se sintió un poco relajado y dijo con una sonrisa: "Te corriste varias veces ese día ..."

"Cállate." Zhan Zhan tomó las sábanas y las metió en la lavadora.

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Más tarde, Wang Yibo se enteró de que no solo Jiao Jiao conocía el secreto de Zhan Zhan en esta casa.

Era una noche normal de verano, la magnolia blanca fuera de la ventana aún no había florecido, y los martines pescadores [1] que estaban a punto de aparearse cantaban en las ramas del árbol en la noche. El día siguiente era el examen final, Zhan Zhan puso una excusa para no bajar a recoger a los clientes y se quedó en la habitación para acompañar a Wang Yibo. La hermana Ali se paró en el patio y la regañó enojada durante media hora.