- Son Hyejoo, mucho gusto - estiró su mano - Por favor toma asiento, me contactó Hyunjin ¿Es correcto?
- Sí - sonrió con amabilidad. Era lunes en la mañana y se encontraban en una cafetería cerca de la casa de sus padres - Yo, bueno...
- Descuida - su mano atravesó la mesa para tomar la de la rubia que se encontraba sentada frente a ella - Hago esto todos los días.
Jinsoul sonrió agachando la cabeza - Gracias.
- ¿Ella tiene abogado? Yo puedo encargarme de ambas partes si así lo deseas - trataba de hablar lo más sencillo posible, conocía la carga emocional que solía tener este tipo de situaciones - Siempre se busca que el trámite sea amistoso, en caso de propiedades, partes equitativas según su acuerdo matrimonial y en cuanto a los hijos... Hyunjin mencionaba que solo eran ustedes dos.
- Si, nosotras no tenemos hijos - "aún".
- Sé que es complicado pero me gustaría que no te preocuparas, deja esto en mis manos.
Hyejoo era sin duda una persona extremadamente amable y notoriamente inteligente, con ella a su lado, el divorcio marcharía de la mejor manera, o bueno, no tan malo como lo temía.
- Te lo dije, mi prima es una experta - respondió Hyunjin orgullosa, mientras caminaba a su lado con un helado de vainilla - La inteligencia es de familia - guiñó.
- Puedo notarlo - sonrió y de acercó para atacar su helado, devorando casi la mitad de este - Muchas gracias, de verdad... Por todo.
- Jinsoul - se paró en seco, viéndola a los ojos y tomando sus manos - Yo siempre estaré para ti, te lo prometí y quiero hacerlo, confía en mí cuando digo que lucharé para que nada te haga falta.
A los 16 años Jinsoul tomó el auto de sus padres. Tenía una fiesta de algún chico problemático del instituto y deseaba ir, sus padres le negaron el permiso pero no había nada que le impediría faltar, ni siquiera el hecho de no saber manejar. Bastó tan solo con avanzar algunas cuadras cuando el auto se estrelló contra una camioneta estacionada en una casa que parecía bastante tranquila. Inmediatamente entró en pánico y sus ganas por asistir a la fiesta se esfumaron, sabía que debía tomar las responsabilidades de sus actos, pero eran las dos de la mañana e interrumpir el sueño de aquella familia no era opción. Así que tomó un pequeño pedazo de papel y escribió "si algún día tienes ganas de matar a alguien, llámame" seguido de su número de teléfono.
Era imposible recordar con exactitud el regaño que su madre le dio, pero supuso que fue como cualquier otro: su padre siendo un héroe, su madre la villana. Al día siguiente, aquella llamaba llegó, citándose con una joven que no llevaba mucho de estrenar su vehículo.
Cuando Hyunjin vio por primera vez a Jinsoul, todo su enojo desapareció, y su cuerpo se llenó de algo que no conocía hasta el momento.
Afortunadamente ambas contaban con seguro de autos, así que fue cuestión de minutos para ponerse de acuerdo. Después de esto, la química surgió casi de inmediato.
Hyunjin tenía ese toque rebelde pero sin dejar de ser un encanto de persona, iban a fiestas clandestinas, se ayudaban con tareas de la escuela y compartían sesiones de besos cuando las dos tenían ganas.
Tenían una relación casi perfecta, eran amigas que su atracción física no arruinaba sus sentimientos verdaderos pero Hyunjin en el fondo sentía algo más. Todas sus amigas estaban seguras que bastaría solo algunos días para estar juntas de manera oficial, pero en esas fechas Haseul, las invitó a su fiesta y el resto es historia.
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Damn Season
RandomLa relación entre Jungeun y Jinsol está a punto de romperse. ¿Qué pasaría a la llegada de una mala decisión? ¿Las uniría de nuevo o acabaría por matarlas? *La historia está basada en su totalidad en FICCIÓN, los personajes originarios de "LOONA" son...