4 ) ¿Qué quieres de mi?

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Entró a su departamento con una gran sonrisa pintada en su rostro, la cual se borró automáticamente al ver a su ex esposo frente a él. Su semblante era serio, rozando lo sombrío, sus brazos cruzados sobre su pecho demostraban tensión, sus ojos negros intensos y sus labios en una mueca retorcida, indudablemente estaba enojado.
Jimin lo miró y siguió con su camino, subiendo los dos escalones que lo llevaban a su habitación.
Lo detuvo de golpe, apretando su brazo con una de sus manos, Jimin rodó los ojos y posó su mirada en el agarre del otro.

-¿Qué?- preguntó levantando su vista para encontrarse con la de Yoongi

-¿De dónde vienes?- indagó furioso.

-¿En serio Yoongi?, ¿de verdad vas a hacer esto?, ¿A caso no fuiste tu quien dijo que hiciera esto fácil para ti?-

-Y tu como siempre haces lo que te pido ¿verdad?- comentó sarcástico.

-Por supuesto, tu lo pides tu lo tienes, ¿siempre funcionó así no es verdad Yoongi?, siempre has tenido de mi lo que has querido, bueno ahora quieres el divorcio y yo te lo estoy dando, no entiendo por qué te enoja que lo haga si antes no te enojaba que hiciera todo para mantenerte feliz, y así y todo no te alcanzó, no te sirvió para ser feliz, y a mi tampoco, tampoco soy feliz, quizás tu pedido nos hizo bien a los dos- respondió sin dejar de mirarlo a los ojos, haciéndole sentir que su decisión era firme.

-Claro, y ahora resulta que al pedirte el divorcio tienes el derecho de salir todo el tiempo y con cualquiera- espetó con ira.

-¿Y esto a que viene?, ¿por qué debería darte explicaciones?, ¿cuál es el problema de que salga con uno o con miles?, tu y yo ya no somos nada y que compartamos el departamento es solo un trámite que pronto se terminará, pero si te molesta mi forma de hacer las cosas puedo irme hasta que tu departamento esté listo, es lo único que puedo proponerte- exclamó sin ningún tipo de remordimiento.

-Podemos arreglarlo- dijo en un hilo de voz

-¿Qué quieres arreglar? ¿Nuestra convivencia?, no deberías preocuparte tanto, seguiré siendo invisible para ti como lo fui en los últimos, no sé, ¿dos años, tres, cinco?, los que sean desde que empezaste a ser infeliz y dejaste de verme, dejaste de interesarte en mi, dejaste de tener deseos de estar conmigo y ahora te molesta de qué alguien más si me vea, de que en apenas un par de días haya gente que si se interesa por mi, ¿por qué Yoongi?, ¿por qué quieres arreglar las cosas ahora?, ¿solo por qué te das cuenta de que no soy tan invisible como creías o me hiciste creer? Lo siento Yoongi pero ya no hay vuelta atrás, abrí mis ojos y entendí que soy más que un simple chico que sirve para limpiar, cocinar y darte los gustos, ya no más- sus palabras salieron cargadas de dolor pero sobre todo decididas.

-¿Qué tengo que hacer para que me perdones?- preguntó con sus ojos cargados de lágrimas.

-Nada Yoongi, no tienes que hacer nada, ya te perdoné si es eso lo que te preocupa. Después de todo gracias a tu pedido me hiciste abrir los ojos y darme cuenta de que valgo mucho más de lo que creía- comentó para empezar a caminar hasta su habitación.

Yoongi lo vio perderse por la casa y sintió que su alma se iba junto al otro. Lo había perdido, y era solo su culpa, Jimin no estaba solo dolido por su pedido, él había entendido que había dejado su vida por alguien que no lo merecía, y Yoongi también lo había entendido.







La mañana lo recibió con una gran tormenta, Jimin llamó a la escuela donde trabajaba esa mañana, la directora le informó que las calles estaban totalmente anegadas y que era imposible poder dictar clases. Pensó un momento en que haría de su día, seguramente Taehyung estaría en la oficina así que no podía molestarlo.
Se acurrucó entre las sabanas y se dejó llevar por el sonido de la lluvia chocando en su ventana. Lo había decidido no se movería de su cama en todo el día.
La puerta sonó con un golpecito, Jimin miró sin entender demasiado, ¿acaso Yoongi estaba en el departamento?, pensó y antes de que pudiera responder el cabello negro del otro se asomó por la puerta.

-¿Puedo pasar?- preguntó con algo de pena en sus palabras.

-Si, claro, pasa- respondió. No podía negar que ver a Yoongi de esa manera lo hacía retorcer su corazón y sentía que poco le iba a durar el enojo, aunque luego recordaba como el otro le había pedido el divorcio sin un poco de arrepentimiento y la bronca volvía a él.

-La ciudad está bajo agua- comentó mientras se acercaba a la cama con una bandeja cargada con el desayuno.

Jimin lo miró y arqueo una ceja
-¿Y esto?- preguntó

-Bueno imagino que tienes hambre así que pensé que estaría bien desayunar juntos, sé cuánto te gusta pasar los días de lluvia en la cama- explicó con una tenue sonrisa.

-¿Asi que recordaste algo que me gusta a mi?- indagó con sarcasmo.

Yoongi lo miró con algo de pena.
-Aunque no lo creas, sé muchas cosas que te gustan-

-Lastima que las recordaste justo ahora que vamos a divorciarnos- espetó con desdén.

-Hagamos una tregua- exclamó con aires de esperanza

-¿A qué te refieres?- cuestionó

-Intentemoslo una vez más, dame la oportunidad de hacer las cosas bien, sé que te herí y yo solo me metí en este lío, déjame remediarlo- pidió con un poco de esperanza en sus ojos.

-¿Y para qué Yoongi? ¿Por qué ahora quieres volver a intentarlo?, fuiste muy claro y muy decidido cuando me pediste el divorcio ¿qué cambió de repente?-

-El miedo, me di cuenta el temor que me causa perderte, el dolor que siento al ver que ya no estamos juntos, el darme cuenta que no podría ser feliz con nadie que no seas tu- explicó

-¿Y yo?, ¿pensaste en mi en algún momento?, ¿te pusiste en mi lugar durante el tiempo que te tomaste para entender cómo te sentías? Claro que no, porque solo importas tu, solo lo que tu quieres o sientes. Vienes y sueltas decidido y tajante que ya no quieres estar conmigo que quieres ser libre y feliz como si todos estos años yo hubiera sido un peso en tu vida, entonces con todo el dolor que eso me causa te doy lo que quieres como siempre, acepto tus necesidades y hago lo que me pides, sin escándalos, sin gritos, sin llantos, me trago mi sufrimiento solo porque de esa manera tu vuelvas a ser lo que quieres ser y entonces resulta que das marcha atrás, que al parecer descubres mágicamente que no estás tan seguro de querer divorciarte, que ya no quieres buscar tu felicidad en otro lado, descubres que quieres otra oportunidad. ¿Y yo Yoongi? ¿ y mi corazón destrozado por tus acciones? ¿Y mi dignidad? ¿Y mi amor propio? ¿Otra vez tengo que ceder y darte lo que tu necesitas sin pensar en mi? Basta Yoongi así no funciona, ya no. Yo también quiero ser feliz, sentirme deseado, sentir que alguien puede suspirar por mi como yo lo he hecho por ti durante estos siete años donde entregué todo sin pensar en si era bueno para mi. Lo siento pero ya no hay vuelta atrás, debemos avanzar, separarnos va a ser lo mejor, quizás extrañarnos, conocer gente y darnos cuenta si fue una buena decisión o si realmente debemos estar juntos, no por costumbre sino porque realmente queremos y sabemos que solo seremos felices de esa manera-

Las lágrimas de Yoongi brotaban sin control, en los años que llevaban juntos Jimin jamás lo había visto llorar, mientras él había llorado mucho por los dos. Su corazón se retorció de dolor pero no claudicó, no daría marcha atrás, no ahora que estaba logrando que Yoongi lo notara y entendiera que el amor se construye entre los dos y no de parte de uno solo.

Era el momento de abrir los ojos para los dos y Jimin estaba dispuesto a lograrlo aunque eso los lleve a estar separados.







Era el momento de abrir los ojos para los dos y Jimin estaba dispuesto a lograrlo aunque eso los lleve a estar separados

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