Los besos, las caricias, las mordidas, todo iba subiendo de tono, todo iba envolviendo el espacio llenando todo de pasión y lujuria. Decir que se habían extrañado en ese año es decir poco.
Llegaron hasta la habitación de Jimin se subieron a la cama sin despegar sus bocas, sin dejar de tocarse, la ropa había hecho un viaje sin retorno hasta el piso y ambos desnudos y deseosos se encontraban frente a frente, explorando esos cuerpos tan conocidos pero tan necesarios para los dos.
Yoongi no espero, no podía hacerlo, solo pensaba en darle a Jimin todo el amor y el placer que llevaba guardado, solo para él.
Poco a poco fue entrando en su cuerpo, asfixiandose en la bruma del deseo, uniéndose en una comunión tan única tan íntima. El ritmo iba en creciendo, como una melodía cuando llega al punto sublime del estallido rítmico de su medio. Eran uno en cuerpo, corazón y alma y pensar en estar lejos nuevamente era algo que no podían ni querían volver a vivir.
Cuando al fin el éxtasis del placer invadió ambos cuerpos, los dos jadearon en armonía gritando sin piedad el nombre del otro, prodigandose el amor que sentían y que los invadía sin dudas ni falsas promesas.
Jimin amaba a Yoongi sin importar los malos momentos, lo perdidos que pudieron haber estado. Yoongi amaba a Jimin sin pensar en libertades que no quería solo sabiendo fehacientemente que él era su felicidad que jamás podría ni encontraría alguien que le diera el amor que solo su amado esposo le había dado desde siempre.
Quizás la lejanía les enseñó a los dos cuan grande era el amor que los unía, cuanto se necesitaban y cuanto debían seguir juntos como lo habían soñado desde aquella tarde en que en el patio de la escuela se vieron por primera vez y entendieron que estaban hechos el uno para el otro.Pasaron la semana envueltos uno con el otro, con paseos por toda la ciudad, maravillandose de los paisajes y del amor que cada día se entregaban. Volver a reafirmar el sentimiento que los unía había sido la firma final en el contrato de amor que habían firmado ocho años atrás y que seguirían reafirmando por siempre.
Cuando al fin llegó el día en que Yoongi debía volver, ambos sentían esa presión llamada soledad atormentando sus cuerpos, pero decidieron que debían ser fuertes, que no podían flaquear, no ahora que estaban seguros de que no querían vivir el uno sin el otro.
El aeropuerto nunca sería el mejor lugar para ellos, Yoongi volvería a Corea a seguir esperando cuando volvería a tener a su esposo entre sus brazos. Jimin viajaría por todo Europa con la gira que lo reafirmaria como el talentoso bailarín que era, pero nada podía quitar ese sentimiento de pérdida que ambos sentían en ese lugar en ese momento.
Se besaron, acariciaron y se permitieron derramar algunas lágrimas, pero también se prometieron que no dejarían de amarse ni un instante, que volverían a estar juntos lo antes posibles y que en el futuro recordarían la prueba que su amor había sobrevivido alguna vez.Corría desesperado por las calles de París, estaba llegando tarde y era el primer día, ya comenzaba con el pie izquierdo. Sudoroso subió al ascensor, golpeteaba su pie contra el piso como si de esa manera pudiese apurar al aparato. Entró al gran salón, varios de sus compañeros caminaban mientras estiraban sus cuerpos, otros seguían sentados en el piso hablando y riendo entre ellos. Se acercó al grupo con el que siempre trabajaba
-Minnie llegas tarde- comentó Hoseok sonriente y dándole un beso en la mejilla.
-Lo sé- exclamó y saludó a los otros.
-Bien chicos y chicas, el entrenamiento intensivo comienza hoy, en una semana nos vamos a Inglaterra y la gira al fin comienza. Como les informé antes de las vacaciones habrá algunos cambios en el staff, así que daré el nuevo orden que ocupará cada uno, y les presentaré a los nuevos integrantes del grupo-
-¿Nuevos integrantes?- preguntó Jimin a su amigo en un susurro.
-Al parecer para la gira trabajaremos con músicos en vivo, así que habrá gente nueva por aquí- dijo mientras elevaba las cejas ladino.
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Te he echado de menos
FanfictionJimin y Yoongi llevan siete años de casados y hoy Yoongi ha decidido pedirle el divorcio ¿el motivo? ni él mismo lo sabe, solo sabe que quiere volver a ser libre. Muy por el contrario de lo que hubiese pensado, Jimin no discutió, no lloró, no gritó...