Proyecto Nautilus

V.

Jack Rollins había pasado años ganándose la vida mintiendo y asesinando. A diferencia de Brock Rumlow, él alguna vez había creído en el sistema, pero engaño tras engaño se había dado cuenta de que la bandera que defendiera -cualquiera que fuese- era menos valiosa que su propio pellejo y antes de darse cuenta ya era conocido por todos como El Carnicero de Hydra. Una mentira más no haría la diferencia ahora.

-Dime. ¿Si no vienes por el Activo, qué haces aquí vestido como el idiota de Kravinoff?, ¿Cuánto te pagó SHIELD? -Lukin se burló desde la caseta de control más cercana, mientras sus dedos jugaban con los botones del panel.

-Bastante más que tú. Pero ya deberías saberlo, eso sucede cuando contratas mercenarios, imbécil. -El hombre acotó, mientras daba tiempo para que Winter arrancara las cadenas que lo mantenían fijo al interior de su jaula y comenzaba a golpear el acrílico antibalas con su puño de metal, cada vez más duro.

-Sí... Sabía que esto podría pasar. -Lukin señaló distraídamente. Parecía no prestar atención a Winter, quien estaba a punto de liberarse. -El Activo es un lobo solitario, pero aún si Rogers ha muerto, sigue siendo un premio demasiado grande como para que los Vengadores dejen de buscarlo. ¿No es así?, ¿Qué te darán cuando consigan al Soldado?

-No te incumbe.

Lukin simplemente sonrió y dio media vuelta. Presionó un botón y el ex agente aguzó el oído, tratando de detectar la salida de algún gas venenoso o la activación de un arma, pero aparentemente nada ocurrió. Tras décadas de experiencia, sabía que eso anunciaba algo mucho peor.

-Por fortuna, después de hoy los combatientes mediocres como tú ya no serán necesarios. -Respondió la Hidra Suprema, sonriendo. De pronto, una de las compuertas se abrió y dio paso a siete sombras vestidas con trajes tácticos negros similares a los de Winter, que avanzaron desde el borde de su campo visual. Jack miró de reojo a Wint. Estaba a punto de liberarse, pero aún no podría contar con él.

-Verás. Replicar al Soldado del Invierno no fue fácil, incluso usando a varios de mis más fieles seguidores para el Proyecto Nautilus. Tenemos suficientes súper soldados para no preocuparnos más, pero siempre es lindo tener a mi dulce chico original a la mano; sano y salvo donde ni tú ni nadie lo vuelva a encontrar.  -Winter levantó la mirada, dando un golpe lleno de rabia al acrílico. Estaba a punto de ceder. -En cuanto a ti, espero que al menos sirvas para entrenar a mis perros de presa.

De la nada, el contenedor del Activo se desprendió del piso mediante una plataforma hidráulica y se deslizó a  una velocidad vertiginosa hasta el interior de una cámara acorazada, varios pisos más abajo, en un giro completamente inesperado. ¡Esa mierda no estaba en los planos del maldito edificio!

Rollins resopló.

-¡Ponte a salvo y sigue el plan, yo estaré bien! -Gritó Winter antes de desaparecer en la oscuridad y para cuando terminó de hablar, Jack ya había eyectado uno de los garfios retráctiles del látigo de Kraven y ascendía vertiginosamente hacia los ductos de aire. Los súper soldados lo miraron avanzar, listos para iniciar la cacería.

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Steve, Sam y T'Challa corrían a toda velocidad por los pasillos del edificio. La alarma acababa de sonar y los equipos de seguridad llegarían pronto, pero ellos no tenían tiempo que perder si querían capturar a Lukin y salvar a Bucky. Una diminuta biocámara acoplada sus retinas transmitía la ruta hasta los sótanos, mientras el micrófono de sus perlas Kimojo los guiaba en voz de la princesa Shuri.