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Llegué a mi casa y me recosté en el sofá.

— ¿qué ocurre? — preguntó papá sentándose a mi lado.

— ¿cómo hiciste para ser el Capitán América y Steve Rogers?

— ¿te refieres a cómo hice mi vida? — asentí con la cara en el sofá. — pues... en el 45 sólo era el Capitán y desde el 94 sólo soy Steve. — lo miré.

— ¿sabes? Eso no ayuda. — sonrió. — no quiero escoger.

— se puede tener vida y ser un agente, que yo no haya sabido cómo tener ambas, no significa que no sea posible. — dijo acariciando mi cabello. — sólo debes encontrar la manera.

— desearía conocer a alguien que tuviera ambas. — dije y se me encendió el foco en mi cabeza. — ya sé a quién preguntarle.

— ¿a quién?

— a un amigo, también es agente. — me miró confundido y sonreí. — al rato lo haré.

— ¿quieres comer o quieres entrenar?

— entrenar.

— eres rara.

— mira quién lo dice. — dije. — tienes ¿cuántos? ¿95?

— 92. — me corrigió.

— con una hija de 17 años. — dije levantándome del sofá. — a tu edad están en una cama, como mi tía Peggy. — sólo me miró. — mal ejemplo, ¿verdad? — asintió. — lo siento, te amo, papá. — besé su frente y caminé hacia el patio de la casa, ahí papá tenía varios costales.

Colgué uno, me puse los guantes y comencé a entrenar.

— haré de comer, ¿qué se te antoja?

— lo que quieras, lo que sea está bien. — dije dándole una patada al costal.

— me recuerdas a mí cuando era más joven. — sonreí. — tal vez al rato te acompaño a entrenar.

— está bien. — se metió a la cocina y seguí entrenando, pero me llamaron al celular.

— Rogers.

— director Fury. — respondí. — ¿a qué se debe la llamada?

— te necesito aquí ahora.

— ¿qué ocurre?

— ser agente no tan sólo implica golpear y matar a las personas, Hill, Barton y yo te enseñaremos también qué implica.

— está bien, voy enseguida. — dije y colgó.

— ¿quién era?

— era el director Fury, tengo que irme.

— primero come, luego vas.

— pero papá...

— no irás sin comer.

— y no puedo ir llena.

— come. — lo miré mal y entré a la casa de nuevo, me hice un sándwich y me lo comí rápido.

— mierda, de lo que me perderé. — dije mirando la estufa.

— lenguaje. — dijo y besó mi frente. — vete con cuidado.

— okay, te amo papá, tal vez vuelvo en la noche. — dije saliendo de la casa y subí a mi auto.

Creo que por un rato se me olvidaron los modales y la educación que mi papá me enseñó. Me llamo Sarah Rogers y soy la hija del Capitán América.

La hija del Capitaleta [Tony Stark/Iron Man]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora