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AGOSTO

Un mes especial, estaba atenta al correo para recibir las cartas de las universidades.

— Sarah, deberías sentarte, en cualquier momento llegará el cartero y las dejará. — dijo papá.

— ya desesperas un poco, siéntate o salte a esperar al cartero, Bob Esponja. — dijo Tony antes de tomarle a su vaso con whisky.

— Tony... — le llamó Pepper la atención.

— ¿y tú cómo conoces esa escena? — le pregunté y solo desvió la mirada, Nat y Pepper comenzaron a reír y sólo miró mal a su novia.

— ¿es ese? — preguntó Clint mirando por la ventana, en efecto, era el cartero dejando varias cartas, me esperé a que se fuera y salí, revisé y sí estaban todas las universidades.

— mierda... — comencé a susurrar mientras volvía a la casa, sentía que mi corazón latía a mil por minuto.

— creo que se quedó trabada. — dijo Nat acercándose y me dio unas palmadas en la espalda para que dejara de susurrar.

— no quiero abrirlas.

— tienes que hacerlo o te perderás lo bueno.

— ¿cuál abro primero? ¿Harvard, NYU o Berkeley?

— ¿cuál está más lejos?

— Berkeley... — dejé las otras dos cartas encima de la mesa de centro y abrí el sobre de Berkeley y comencé a leer la carta. — "...nos complace informarle que ha sido admitida en nuestra universidad..." ¡entré a Berkeley! — grité emocionada.

— ahora... Harvard. — abrí el sobre y comencé a leer la carta. — "...nos complace informarle que ha sido admitida en nuestra universidad..." ¡Harvard también!

— ¿qué te dije? Seguramente NYU igual. — dijo Clint.

— okay.. vamos a ver si tienes razón... — dije tomando la carta de NYU, la abrí y comencé a leer la carta. — "...nos complace informarle que ha sido admitida en nuestra universidad..." — miré a Clint. — díganme que apostamos nada o que ustedes no apostaron nada.

— mis diez dólares. — les reclamó Tony.

— sí, yo también quiero mis diez dólares. — dijo Clint.

— ¿tú dudabas de mí? — le pregunté a papá.

— tu papá y Pepper dudaban de que te aceptaran en Berkeley y Romanoff en NYU, creo que sólo Barton, Hill y yo fuimos los únicos que confiaron en que te aceptaran en las tres.

— eso duele. — dije mirando a los tres. — ya sé a quiénes representar si ocurre algo.

— ya... es que no quiero que te vayas tan lejos. — dijo papá levantándose y abrazándome.

— ajá, ¿y la excusa de ustedes dos?

— yo sólo quería apostar. — dijo Nat tomándole a su cerveza y miré a Pepper.

— me gusta de vez en cuando llevarle la contraria a Tony.

— suena lógico llevarle la contraria al anciano.

— ya hablamos de esto.

— no digas que no es cierto porque lo es.

— ¿quieres que cuente lo que hiciste en tu graduación?

— no, así estoy bien, gracias. — dije mirando las tres cartas, ahora sólo falta decidir a cuál ir.

— ¿entonces?

La hija del Capitaleta [Tony Stark/Iron Man]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora