La hija del Capitaleta [Tony Stark/Iron Man]

9

Entré a la preparatoria y corrí lo más rápido que pude al salón.

— miren, ahí viene Lady América. — dijo uno del salón.

— ¿Lady América? — Dan me mostró un artículo donde venía relatado todo lo que pasó ayer y nos mencionaban a todos los integrantes de los vengadores, a mí poniéndome el nombre de Lady América.

— yo creí que me pondrían Capitana América pero Lady América suena mejor. — dije y rieron.

— y es más fácil para identificar, imagínate que te pusieran ese y le hablaran al Cap Rogers, no sabrían a cuál le hablan. — dijo Mike, otro chico de mi grupo de amigos.

— y tu padre se llama así porque llegó a ser Capitán en el ejército.

— sí sé su historia, solía contarla como cuentos para dormir.

— hey... Sarah, ¿me darías tu autógrafo? — me preguntó Bella, una chica del salón, extendiéndome una libreta y un plumón.

— claro. — los tomé y firmé su libreta.

— a mí también.

— sí, a mí también. — comenzaron a decir.

— hey, no la abrumen. — comenzó a decir el profesor entrando al salón — hagan eso con Iron Man, él sabe lidiar con eso, ¿se encuentra bien, Srta. Rogers?

— sí, gracias.

— bien, comencemos la clase, hoy veremos las nomenclaturas...

Pasó toda la clase y tocó la campana que indica la próxima clase.

— antes de que se vaya, quería decirle que es un honor tener a una de los vengadores como alumna y aunque como dije, seguramente todo esto le abruma, pero por favor ¿puede autografiar mi portafolio? — reí.

— claro que sí, profesor. — me prestó un plumón y lo firmé. — aquí tiene.

— muchas gracias, supongo que otros profesores se lo dirán, pero ojalá la fama no se le suba a la cabeza.

— no se preocupe por eso, no pasará, este tipo de cosas no son lo mío, pero es parte de mí, ya sabe, por mi papá. — asintió. — por mí no hay problema en dar "autógrafos", si hace felices a los demás, con gusto lo haré, nunca se me ha subido la fama a la cabeza, estoy segura de que no lo hará ahora.

— eso espero y espero que sus calificaciones sigan igual.

— así será.

— bien, no llegue tarde a su siguiente clase. — asentí y salí del salón.

— así que... agente, vengadora, genio y hermosa. — dijo Kyle, un compañero de la siguiente clase.

— hasta hace cuatro días me decías comelibros, nerd y que si mi papá no fuera el Cap sería una don nadie horrible.

— cambié de parecer.

— uno no cambia de parecer de la noche a la mañana, si me disculpas... — entré al salón y me senté en uno de los bancos.

— tal vez seguirías siendo hermosa, pero serías una don nadie. — volvió a hablar, no dolió, pero... creo que ya es hora de que ya no quedarme callada.

— en esta escuela me conocen por el decatlón de matemáticas y los torneos de fútbol, sería alguien. — dije sacando mi libro sin mirar a Kyle. — si me disculpas... — dije tomando mi libro y volteándome para platicar con Jenny.

— primera vez que te veo defendiéndote del asqueroso de Kyle.

— creo que ya era hora de que me defendiera de él y de otros que también me molestan.

— ¿otros? ¿cómo quiénes?

— hay uno en SHIELD que me molesta, anteayer iba golpearme pero Tony lo detuvo, siempre me molesta por ser una fenómeno, por el suero de súper soldado no calculé mi fuerza y le fracturé el brazo en siete partes a otro chico.

— ¿ya oíste lo que puede hacer? Así que deja de molestarla. — le dijo Jenny a Kyle, sólo nos miró mal y se fue a sentar. — me alegro que el Sr. Stark te salvara de ese golpe, supongo que no es lindo tener ese suero en la sangre cuando tienes entrenamientos pero sí lo es cuando te enfrentas a cosas como las de ayer, ¿verdad? — asentí. — ¿sabes algo Saritah? — la miré atenta. — te admiro. — la miré obvia. — no lo digo porque mi mejor amiga sea una vengadora, sino que mantuviste ese secreto por no sé que tantos años y aún así jamás bajaste de promedio y no se te nota, ojalá pudiera hacer eso, no es algo muy común.

— me alegra tanto que no seas como los demás. — dije abrazándola.

— quitando el hecho de que el Cap sea tu padre y tengas ese suero, eres una persona normal y aún con ese hecho sigues siendo normal, no eres un alienígena cambiaformas como para tratarte diferente, eres Sarah Rogers, una chica inteligente y muy linda.

— ¿segura que eres hetero?

— sí y cállate que te estoy tratando de animar. — solté una carcajada y ella igual. — jamás te dejes llevar por las cosas negativas que te dicen, jamás lo has hecho y ojalá siga así, ¿okay, Sarah?

— okay, Jenny. — respondí. — Dios, no sonaste muy hetero que digamos.

— está bien, lo admito, soy hetero, pero estoy muy enamorada de ti, me olvidaré de Walter, ahora bésame, mi Lady América. — dijo sarcástica, comenzando a lanzar besos y sólo reí.

— cállate. — dije alejándola, la profesora entró y me volteé.