27: Cansada

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Otra semana más había pasado, sin respuestas, sin entender, me encuentro sentada en el porche trasero, sola recordando cuando jugaba con mi madre, apesar de todo el dinero que poseía jamás se volvió fría, ni prepotente, siempre fue cariñosa y no le importaba jugar conmigo en el césped, ni mancharse de barro cuando después de llover le decía de ir a altar en los charcos.

Tampoco le gustaba ver a nadie sin comer, cada vez que veía a algún vagabundo compraba bocadillo agua y café y se lo daba. Aveces visitábamos a los niños enfermos de los hospitales y me hacía que les entregara juguetes, la verdad es que me divertía mucho ver como niños de mi edad reían. No voy a negar que también añoro a mi abuela, la veía casi a diario en la empresa y de vez en cuando me visitaba para comer juntas, además siempre a estado a mi lado.

S: hola, buenos días - me pasa un vaso con café

Me sobresaltó por su repentina aparición, me levanté a las 6:00 h no se que tiempo llevo aquí perdida en mis pensamientos

R: buenos días, gracias no tenías porque molestarte - sonreímos

S: sabes que no es ninguna molestia atender a mi clienta vip - se sienta conmigo en el pequeño sofá y me abraza por la cintura dejando su cabeza recostada en mi hombro derecho y yo pongo mi cabeza sobre la suya - ¿qué haces despierta? son las 6:30h es temprano para que estés levantada

R: no puedo dormir, ya es costumbre levantarme a las 6, ¿por qué crees que me tenías casi todos los días en la cafetería a las 6:40h ens? Además eso debería de preguntarte yo a ti

S: igual que tu, costumbre además cuando te e visto aquí sentada lo primero que eh pensado a sido, "tengo que prepararle su café, hace mucho que no tengo ese gusto" y pues ahí tienes la prueba, sabes creo que debería volver no puedo estar mantenida, ya as hecho demasiado por mi Raquel, ni siquiera comprando el mundo entero seria bastante para pagarte

R: mira me Sara, no eres una mantenida y quiero que entiendas algo, no quiero que vuelvas allí,  quédate si no estás a gusto aquí te consigo una casa para ti a tu gusto donde tu quieras pero no te vayas porfavor

S: cariño Necesito trabajar, sentirme de utilidad, aquí estoy a gusto las chicas me tratan de maravilla, Aquí no me hace falta de nada incluso tengo una habitación para mi y el vestidor me lo an llenado de ropa, zapatos y de todo y por eso me siento mal Raquel me siento que me estoy aprovechando

R: ay mi chica sexy ¿que voy hacer yo sin ti? Me dijistes que no tenías familia ¿verdad?

S: así es estoy sola en esta vida, solo tu confiaste en mi y me ayudaste

Escucharla decir eso me parte el corazón no entiendo como una chica tan buena, noble y espectacular como ella a tenido que pasar por todo lo que ella pasó. Pienso arreglar todo eso, ella nunca más estará sola ahora yo soy su familia.

Llevamos un rato más hablando cuando me suena el movil, me disculpo con Sara y subo ami habitación donde se encuentra Jessica, desde que dormí con ella y nuestro hijo le e pedido todos los días que me deje dormir con el pero también con ella porque me da miedo que pueda hacerle daño al pequeño, vale admito me gustó dormir así con los dos y quizás solo quizás sea una pequeña escusa para que durmamos juntas. También reconozco que aún no entiendo mucho al bebé lo estoy conociendo despacio y sigo sin saber cambiarle el pañal aunque Jessica sigue sin dejarme intentarlo porque no quiere que me haga daño en el hombro

Me tienen un poco cansada con eso, pero bueno ya lograré que me enseñe a hacerlo, tampoco se preparar el biberón pero si dárselo así que todas las mañanas intento dárselo yo sin lograrlo, nuevamente Jessica me lo impide con la maldita escusa del hombro,

¿Tormenta O Calma?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora