XXV

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一¡Pe-pero! 一se quejó la pequeña.

一¿Quieres hacerme enfadar? 一pregunta Jimin, amenazante, cruzándose de brazos mientras veía cómo la menor negaba varias veces con su cabeza一 Eso pensé, termina de comer que en un rato tenemos que hacerte el chequeo médico.

     La chica da una patada al suelo mientras se cruza de brazos para luego, darse la vuelta e irse hacia la cocina aunque en el proceso se caiga.

一¡Jimin! ¿Qué la hiciste? Te pedí que la vigilaras mientras Tae y Kook se iban a comprar 一regaña Hyuna, quien estaba de visita y, de paso, también de niñera.

     La menor lloriquea un poco mas no de dolor, sino porque su hanbok favorito estaba sucio y tenía miedo de que también estuviera roto por la caída.

一¡Ella se cayó sola!

一¿Quién se cayó?

     Jimin se gira, viendo a Taehyung con las cejas fruncidas y a Jungkook yendo rápidamente hacia la niña de 3 años.

     Habían pasado tres años y medio desde la muerte de Seokjin y, obviamente, muchas cosas habían pasado. El parto había sido difícil y, a pesar de que por un momento Jungkook no despertó, Hansol tampoco había usado su poder curativo ya que descubrieron una cosa que podía acabar con las maldiciones: dejar las cosas fluir.

     Simplemente tenían que dejar las cosas pasar como si fuera lo más normal del mundo y tratar de evitar el pensamiento constante de portar una maldición y simplemente vivir la vida.

     Sonaba estúpido pero era así; Taehyung, luego de enamorarse de Jungkook trataba de suprimir sus sentimientos para que el reino no se viera afectado o alterado por tantos sentimientos ya que, el amor, era un sentimiento profundo.

     Podía ser tantas cosas bonitas que dolía, amar y ser amado, cuidar y ser cuidado, acompañar y ser acompañado. El amor era mucho más que enamorarse de una persona y el ser correspondido, era tan bonito que es un sentimiento que hay que disfrutarlo, sentirlo y demostrarlo.

     Porque a pesar de que Taehyung sintiera celos, todo se podía solucionar con comunicación; porque a pesar de que a veces se sentía tan bien que dolía, seguía siendo bonito porque él le correspondía.

     En ese momento le quedaba poco tiempo de vida así que se dijo, "¿por qué simplemente no soy yo mismo?". Sonaba tonto pero Taehyung literalmente toda su vida había estado controlando sus sentimientos por la maldición, su forma de ser por su posición.

     Simplemente se cansó de ser una marioneta.

     Y, sin darse cuenta, su pelo volvió a su color de antes; las estaciones del año volvían a ser las que normalmente eran y, lo más importante, sintió encontrarse a sí mismo.

     La bebé fue una niña, al principio Taehyung pensó que tal vez su maldición ya le había llegado a su pequeña hija pero no fue así ya que según Namjoon el reino seguía igual, sin haber sufrido esa pequeña luz que hubo en el cielo en su nacimiento.

一No llores, cielo, lo podemos limpiar y luego coser 一dice el bailarín, limpiando las lágrimas que caían por sus mejillas.

     Jieun tendría 3 años pero ella era consciente de que su papá Jungkook no podía estar mucho tiempo con ella debido a su trabajo como bailarín y, por ello, los pocos regalos que le traía cuando volvía de su viaje los atesoraba mucho, al igual que no le gustaba estar lejos de él ya que debido a sus clases y el trabajo de sus padres, no había mucho tiempo en familia entre los tres mas aún así Kim Taehyung era un papá cariñoso y no dejaba de darla amor por lo que tampoco sentía un gran vacío, sino una pequeña frustración.

Prince Charming 一 KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora