Disclaimer: Esta historia es un AU, sin superhéroes. Los Vengadores son de Disney y de Marvel. Solo lo que no reconozcan es mío.
NOTA: Negritas en ruso.
Dile que yo estoy muy bien
Que nunca he estado mejor
Dile que al final de todo
Se lo voy a agradecer
De pronto éramos dos extraños compartiendo la vida. Steve no se había tomado bien mi negativa al matrimonio, considerándola como un rechazo y yo no salía de mi posición. No entendía mis razones, pero no me iba a esforzar por explicárselas.
—Me voy a trabajar, cariño.
Steve se acercó a mi, cosa que hizo que depositara un beso en su mejilla, casi por inercia. Seguíamos compartiendo el apartamento, después de todo no habíamos terminado nuestra relación. Aquel día en Central Park, Steve simplemente negó con la cabeza, decepcionado, me tomó de la mano y seguimos caminando hasta el museo. Aquello fue peor para mi que si hubiéramos discutido, sentía que se había dado por vencido conmigo.
—Nos vemos en la noche, mi amor...
Aquella frase quedó en el aire, pues la puerta se había cerrado tras él. Apreté los puños y dejé caer la cabeza en la barra de la cocina. No podía creer que estuviera pasando todo eso, si apenas unas semanas atrás estaba planeando un futuro en América mientras perdía el paisaje nevado de mi país natal en el tren. No quería darles ese poder, pero mis atacantes se habían llevado muchas cosas de mi misma aquel día.
—"Sigo sin entender porque te negaste a su propuesta".
Me dejé caer en el suelo mientras escuchaba a Yelena hablar sin cesar por teléfono. Mi hermana me llamó para contarme los detalles de su luna de miel, pero no era tonta y me conocía mejor que nadie, así que en pocos minutos supo que no le estaba prestando atención porque mi mente estaba en otras cosas. No costó mucho que le contara, de una manera muy censurada, acerca del ataque y el pedido de matrimonio.
—"Yelena, por favor..."
—"¡NATALIESHKA!"—mi hermana solo alzaba la voz cuando estaba verdaderamente molesta—"Aparte de que siempre he creído que tus motivos para no casarte son estúpidos, es la mejor opción que tienes en este momento".
Rodé los ojos, levantando las piernas sobre la pared para tener un poco de soporte. Desde que los ensayos habían aumentando en tiempo y esfuerzo, no dejaba de sentir dolor.
—"¿De verdad es la mejor opción? ¿Y si en dos meses decide que me odia y el divorcio me saca del país de manera natural?".
—"¿A qué le tienes miedo realmente? Sabes que él te ama, todos hemos visto como te mira. Parece que contiene el aliento cada vez que pasas frente a él".
Me mordí el labio sin saber que decir. No podía negar los sentimientos de Steve hacía mi, ni lo que yo sentía por él, pero eso no significaba que nos casaríamos por un estúpido papel. Ni siquiera sabía porque tenía tanta reticencia al matrimonio. Había crecido viendo a mis padres amarse con toda el alma, a mi hermana encontrar el amor de su vida y soñar con entrar vestida de blanco a una de las enormes cúpulas ortodoxas de Ekaterinburgo, pero yo siempre supe que aquello no era para mi. Yo no podía pertenecer a nadie.
—"No sé que decirte..."
—"Es a Steve al que deberías decirle algo".
—"Él sabe como me siento respecto al matrimonio, y muchas veces me dijo que pensaba lo mismo".
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Amigos no, por favor.
Romance¿Cómo complicar tu vida en un simple paso? Acepta hacer un posgrado que te llevará muy lejos de las personas que amas, de la cultura que conoces y que puede o no hacerte dar el giro que tu vida estaba esperando. Así fue como comenzó mi historia de a...