•°Epílogo°•

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La pequeña Kim Tzuyu era una bebé bastante energética

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La pequeña Kim Tzuyu era una bebé bastante energética. Siempre estaba mirando de aquí para allá y riendo de las cosas de les decían sus padres.

Justo ese día la habían vestido completamente de rosa. Con un pijama de cerdito que según los mayores, le quedaba demasiado linda.

Con a penas un año de edad ya hacia travesuras, aveces se escondía y otras Simplemente hacia pucheros para convencer a sus padres, es decir ¿Quien podría negarse a tal cosita?

Pero para mala suerte de su padre alfa, eso era un problema.

Todo había comenzado con la celebración de los Park para avisar que tendrían un bebé. A penas se enteraron de aquellos BaekHyun los invitó junto a otras personas para que fueran a la fiesta.

Habían niños jugando, como el lindo DaeHyun, quien la con sus dos añitos seguía siendo una pequeña máquina de travesuras acompañado de su padre de cabello platinado quien cubría cada una de ellas.

También estaban los mellizos de YoonGi y JiMin, porque sí, al parecer habían tenido dos pequeños bebés que fueron el amor y el mayor castigo del alfa pálido.

Adiós dormir, adiós sus noches ocupadas con su esposo, hasta nunca privacidad.

Sus días se resumieron a llantos y cuidados, manos olores de pañales y carcajadas de aquellos mellizos. Una niña y un niño. Ambos pálidos como su padre alfa pero bastantes parecidos físicamente al Omega.

Min no se quejaba, era feliz con sus dos demonios. Además, ahora estaban a poco tiempo de cumplir su primer añito y era ese mismo alfa quien estaba más que emocionado. Incluso JiMin tenía que detenerlo aveces pues este quería hacer una gran fiesta para celebrar la ocasión, pero el menor prefería algo sencillo ya que de igual manera, los pequeños no recordarían nada.

Dejando el tema de los demás de lado, el verdadero inconveniente vino con marca china.

Y no, no estaba hablando de su amigo Jackson había regresado. No era eso.

Estaba hablando de que un pequeño mocoso chino, hijo de unos amigos de BaekHyun y ChanYeol. Estaba eternamente pegado a su pequeña bebé. ¡Su princesa!

El niño tenía unos cuatro o cinco años. La tenía jugando a su lado y de vez en cuando toman las mejillas regordetas de la cachorra quien no hacía nada más que reírse.

Malditos genes coquetos que había heredado su linda Tzuyu. Nunca creyó que aquello fuese un problema, o al menos no hasta que tuviese mínimo quince años.

¡Pero estaba equivocado!

Ahí estaba, su bebé inocente, riendo a carcajadas con sus redondas mejillas rojas cada vez que aquel niño jugaba con su naricita o sus orejitas de cerdito gracias a la pijama.

Se rehusaba rotundamente a permitir otro encuentre entre ellos dos. Casi estaba haciendo un berrinche. Quería pedir ayuda a alguien, ¿A vería muy infantil si separaba a ese niño y se llevaba a su nena?

-NamJoon, si sigues mirando el niño así, lo mandaras directo al Psicólogo. -Regaña el Omega de ahora cabello rubio mientras se sentaba a un lado de su pareja- Pareces un bebé. Déjala jugar, no quiero ni pensar en lo que harás cuando crezca y quiera dejar la casa.

Aquello fue un golpe duro para el morocho. ¡Su niña a penas tenía un año y ya estaban pensando en llevársela de su lado. Bien dijo sabiamente Jin un día.

"Aparentemente todo lo chino trae problemas"

Y aunque sabe que aquellas palabras fueron para su amigo. En ese momento estaba sintiendo que iban más bien dirigidas a ese mocoso.

-Quiere llevarse a mi bebé ¡No podemos permitir eso!

El Omega se pegó en la frente tras escuchar la estupidez que había abandonado los labios de su alfa. Aveces dudaba de la gran inteligencia de este. O por lo menos cuando estaba fuera del trabajo. Porque había comprobado por si mismo que su pareja era un jodido genio. Pero evidentemente los asuntos familiares bajaban su IQ.

Se iba a levantar para detener cualquier pendejada que pasa por esa cabecita ajena. Pero ya era tarde.

Pudo ver de lejos como el morocho discutía con un niño que no pasaba de cinco años quien le gritaba en su idioma natal y el mayor se hacía el desentendido mientras corría con la pequeña Tzuyu en brazos que solamente reía sin saber porqué su padre se la estaba llevando.

Pero aquello no quedó ahí.

No.

Sino que los niños creyeron que era una clase de juego y buenos fue el alfa idiota quien pagó su estupidez.

Tuvo que dejar a la bebé cuando todos los infantes, menos los pequeños Min, le perdiguero con pequeños bates de juguete como si el mayor fuese una clase de piñata.

Jin rodó los ojos y caminó para cargar a su princesa. Esta chilló de felicidad con solo sentir el abrumador confort que le traía su padre Omega.

-Ya, bebé. Perdona a tu padre, puede que sea algo torpe, pero sé que nos ama como ninguna otra cosa. -miro nuevamente como NamJoon estaba en el suelo pidiendo clemencia a los niños pequeños de esa fiesta mientras BaekHyun grababa y TaeHyung moría de la risa- ... A su manera. A su torpe, pero linda manera.

Niega con una sonrisa y se dirige hasta donde descansaba la pareja con los mellizos. Quizás más tarde se apiade de su esposo.

Quizás y solamente quizás lo perdone por todo aquel espectáculo.

No podía negarse, no cuando día tras día se sentía algo culpable por aquellos nueve meses en los que le hizo la vida imposible al morocho.

Aunque no es como que haya sido tan complicado.

¿O sí?














Nueve Meses [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora