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Pedido hecho por rowann9

El autobús se detenía luego de un largo trayecto en aquel pueblo pesquero, era una localidad pequeña, sus habitantes no superaba el numero dos mil, sin embargo allí es en donde la familia Kim había comprado una casa. Había sido una inversión en primer lugar, pero luego la pareja se dio cuenta de que a su niño le gustaba estar allí, por lo que decidieron quedársela.

—Al fin.— dijo Jisung mientras se bajaba de aquel transporte, estiraba sus brazos y se daba vuelta a mirar a su madre quien lo seguía en su trayecto por detrás.

—Ha sido un largo viaje.— habló Yunha mientras comenzaba a caminar cuesta arriba por aquella callecita al lado de su hijo.

—Lo sé, pero vale la pena.— contestó el menor mientras le sonreía y observaba toda la zona. Amaba aquel lugar con todo su ser, no sabía que le llamaba tanto la atención, simplemente era su favorito y sabía que cuando sea mayor, e independiente, viviría allí.

Hacía aproximadamente 3 meses no se aparecían por aquella zona, no habían tenido tiempo suficiente; la pareja se encontraba siempre llena de trabajo y su hijo normalmente estaba enfrascado en sus estudios; ya casi terminaba la escuela secundaria por lo que debía mantener sus notas para entrar a aquella universidad que tanto ansiaba. Sin embargo, las vacaciones de verano ya habían llegado y decidieron pasar un lindo fin de semana allí, disfrutando juntos como familia.

Las calles estaban húmedas, algunas tenían pequeñas lagunas y de los techos caían gotas denotando la lluvia torrencial que había arrasado con aquella zona las últimas dos noches. Aun así la gente estaba trabajando, algunas señoras limpiaban las mesitas de sus negocios de comida casera, los pescadores vaciaban las trampas de langostas, las cuales estaban llenas y por último y no menos importante aquellos verduleros ambulantes que iban con su carrito por aquellas, angostas, calles vendiéndoles a los restaurantes aquellos productos frescos que les hicieran falta.

Las personas y el propio lugar emanaban buenos valores que te envolvían y te llevaban a ser mejor persona, era tan diferente aquel lugar a la ciudad en donde ellos vivían.

—Señora Kim ¿Cómo está?— preguntó aquel señor de edad avanzada mientras hacia una pequeña reverencia a aquellos dos quienes detuvieron su paso al sentir aquella voz dulce.

—Oh señor Jung, tanto tiempo sin verlo.— habló Yunha ayudándolo a "estacionar" aquel carrito de frutas.

—Han regresado al fin.— dijo el señor mientras intercalaba su mirada en Jisung y Yunha

—Sí, un pequeño descanso en familia.— contestó la única femenina allí.

—Por cierto señor Jung, ¿a cuánto están estas frutas?— preguntó, hablando nuevamente, mientras apuntaba con su dedo un mix de ciertas variedades frutales.

El señor les dio el precio mientras la muchacha le daba un afirmativo. Comenzando a embolsar aquellas frutas elegidas, decidió regalarles unas cuantas frutillas de más, eran una buena familia, así que nunca estaba de más hacer una acción benévola en el día.

—Oh gracias señor Jung, pero debemos irnos. Tengo que empezar pronto si quiero tenerle lista la tarta de frutas a Namjoon. Vuelve hoy por la tarde de Suiza, tuvo un viaje de negocios y lo esperaremos con Jisung. —

ɴᴀᴍᴊᴏᴏɴ ʀᴇᴀᴄᴄɪᴏɴᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora