Yunha suspiró fuertemente viendo como el agua de vapor salía disparado, mientras su cuerpo tiritaba un poco debajo de todo su abultado abrigo, sabía que no iba a poder entrar mucho en calor debido a que llevaba la falda del uniforme, pero por lo menos esconder parcialmente su cara en su gigante bufanda color azul ayudaba un poco. Era una noche fría, había sido un día demasiado largo y agotador, lo único que ansiaba era que su autobús llegara rápido para poder arribar a su casa y acostarse bajo sus colchas mirando un nuevo capítulo de Vagabond, su drama favorito en el momento. Castañeó un poco más sus dientes y a lo lejos pudo ver que el autobús número 43 llegaba, era el suyo, por lo que de su mochila sacó su tarjeta para pagar su viaje y se acercó al final de la acera para entrar a aquella plateada cabina.
El pip tan característico sonó avisando que el viaje se había cobrado y entró agradeciendo al cielo que las ventanillas estaban cerradas, ya que no corría demasiado aire helado del exterior y podía estar un poco más a gusto. Sin embargo, debió estar parada durante el viaje ya que, a pesar de no estar repleto, los lugares estaban ocupados, así que se tomó del barandal, colocó sus auriculares y espero a que los 30 minutos pasaran rápido.
—Fire off a myday, but I can't wait. — cantaba susurrando mientras Myday de Victon se reproducía en sus auriculares. Termino la canción y el autobús se detuvo en una parada y allí subieron un par de personas, entre ellas un hombre un tanto descuidado físicamente, con un tambaleo en su andar y una botella de cerveza en la mano. Yunha automáticamente, sacó sus auriculares y los guardo junto con su celular. Si algo se atrevía a hacer ese hombre, ella tendría todos los sentidos bien "despiertos" para actuar.
El autobús siguió, y el hombre le tocó en un lugar cerca de ella, aunque con un hombre de unos 50 años entre medio. La chica sentía la mirada de esa persona borracha pero no quiso darle mucha atención, a lo mejor era ella la loca que sentía cosas, pero luego sintió el típico sonido cuando sacas una foto. Yunha un tanto paranoica miró hacia el hombre antes nombrado, y tenía el celular en su mano libre, no sabía si le había sacado una foto a ella o directamente su cerebro no funcionaba y había entrado a la cámara inconscientemente. Con un poco de miedo e incomodidad volvió su vista hacia su frente –la ventana de autobús- aunque lo que ella no sabía es que alguien más la observaba, pero no solo a ella, sino toda la situación y le pidió a la persona de al lado que por favor cambiara lugares con él.
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El autobús paró nuevamente, se bajaron personas, ella rogándole al cielo que por favor este borracho se fuera, aunque la suerte no estaba de su lado, porque además de que la persona que atacaba su mente no se había bajado, la persona que los separaba sí. Un poco paranoica, se movió unos centímetros hacia adelante cerrando fuertemente sus ojos cuando.
