Muchos pares de ojos la miraban esperando una respuesta, algunos si los conocía, otros no los había visto en su vida. Pero era normal, es decir, estaban en un restaurante festejando tu cumpleaños con Namjoon y su familia, y el muchacho había montado un espectáculo hermoso en donde le proponía ser su esposa.
-¿Y qué dices mi amor? ¿Aceptas?- preguntó Namjoon mientras te miraba con aquella sonrisa que te enamoraba cada día y en sus manos sostenía una cajita con un bello anillo.
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Yunha solo asintió mientras lágrimas de alegría se derramaban por sus mejillas, todo el restaurando aplaudió y festejo estruendosamente tu aceptación. Namjoon se levantó y cerró aquella hermosa escena con un beso para luego colocarle el anillo en el dedo anular a su novia. Sabía que había hecho lo correcto, Yunha era el amor de su vida, y quería que lo acompañara por lo que le restaba de vida.
[...]
-Es raro.- habló el chico girando a ver a su novia, quien caminaba a su lado mientras el viento le golpeaba el rostro y le movía el cabello hacia atrás.
Ambos habían decidido salir a caminar luego de haber comido con la familia de Namjoon en aquel restaurante. Necesitaban tiempo para procesar todo aquel provenir que se les venía, por lo que tomaron rumbo por aquel muelle en donde el río Han pasaba a las orillas de este. Ambos estaban en silencio, disfrutando de la presencia del otro, sintiendo como fluían los sentimientos y las emociones por su aura, aunque no se estuvieran diciendo nada.
-¿Qué cosa te parece extraño Namjoonie?- preguntó Yunha mientras conectaba la mirada con la de su novio.
-¿Tú tienes familia?-
Yunha lo miró curiosa.
Namjoon no sabía si había empezado bien aquella conversación, no sabía si su novia realmente no tenía familia, o la estaba escondiendo por algo en específico.
Días anteriores había estado hablando de eso con su madre, le platicaba sobre que quería pedirle matrimonio a su novia frente de ambas familias, pero allí fue cuando se dio cuenta de que la chica jamás le había hablado de sus padres o hermanos -si tuviera-. Sus cumpleaños, o acontecimientos especiales, las había pasado con él y su familia, por lo que su madre dijo que le preguntara, que se sacara la duda.
Yunha tomó asiento en una pequeña banca al frente del río mientras suspiraba, sabía que era hora de contarle sobre aquella parte de su pasado, que aunque no tuviera nada de malo, solo quería olvidarlo.
