Lejos del paraíso Álvaro Rico y tú

Capitulo 19

Habían pasado 6 meses, ya había cumplido los 7 meses del embarazo. Justo hoy me estaba mudando a la casa de Jorge. Álvaro, Jorge, Itzan y Danna me estaban ayudando con todas las maletas.

Jorge: Bien, tu cuarto será el más grande.

Tn: No es necesario.

Jorge: Sí lo es, por dos razones: la primera es que necesitas espacio suficiente para tu cama, ropa, mesa de maquillaje, tus cosas y también la cuna, por lo menos los primeros meses. Segunda razón, pronto me voy a ir, ya estamos terminando de grabar Élite y debo volver a Chile, así que no hago nada quedándome en este cuarto.

Tn: En la segunda razón tienes...la razón-reí-en la primera debo objetar, la cuna irá en el cuarto del bebé.

Itzan: ¿Ya han decidido nombre?

Jorge: Sí.

Álvaro: ¿Se puede saber?

Tn: Se va a llamar Iván.

Danna: Ay me encanta, es corto y delicado, justo para un bebé.

Jorge: No, bueno, ese lo escogió Tn. Yo escogí Samantha.

Itzan: Pero es un niño.

Tn: Los llevaré al cuarto.

Al llegar al cuarto, todos quedaron sorprendidos. Las paredes del cuarto estaban pintadas de un color verde naturaleza y habían dibujos de animales y plantas, mientras que el techo era de color cielo, el piso tenía un papel tapiz de césped. En cada rincón de la pared del fondo, había una cuna, arriba de esta un cartelito con los nombres: Iván y Samantha. Dentro de las cunitas, estaban las cobijas, la de Samantha era la de osito blanca que Danna y yo habíamos visto en la tienda, la de Iván era igual pero color gris. Ambos tenían sus almohadas decoradas con sus nombres.

Danna: ¿Por qué carajos no nos dijeron que eran gemelos?

Tn: Son mellizos, vienen en diferente bolsa. Decidimos que debía ser una sorpresa.

Itzan: Está hermoso el cuarto.

Danna: ¿Ya les compraron ropita?

Tn: Aún no, tú me debes ayudar en eso. Quiero comprarles muy poca ropa ahorita ya que crecen muy rápido y más después de nacer.

Itzan: En eso tienes razón.

Álvaro: Las toallas están hermosas.

Danna: Cosita divina, la de Samantha tiene una princesa y la de Iván un príncipe. No han nacido y ya me los quiero comer a besos.

Después de comer un poco, los chicos se fueron y yo decidí tomar un baño mientras Jorge hacía la cena.
Salí del baño y me puse mi pijama. Mi panza era tan grande que tuve que comprarme muchísima ropa nueva dos tallas más grande o bien, de embarazo.

Jorge: Esa pijama te la regalé yo, ¿no es cierto?

Tn: Sí. Es bastante cómoda y linda. Debemos ir a escoger la ropa con la que los bebés van a salir del hospital.

Jorge: Aún no me creo que falte tan poco tiempo.

Tn: Ni yo.

Jorge: Gracias por dejarme ser parte de la vida de estos bebés.

Tn: No voy a dejar que lo que pasó entre nosotros se interponga en la relación con tus hijos.

Cenamos y decidí dormir inmediatamente.