Lejos del paraíso Álvaro Rico y tú

Capitulo 25

Hoy Álvaro y yo cumplíamos tres años de ser novios. Era un día bastante especial para mí por lo que me tomé la libertad de hacerle un desayuno especial.

Tn: Iván, Sami...vengan, vamos a despertar a papá.

Llegué a la puerta con la bandeja en la mano, la empujé con el pie y los niños lo primero que hicieron fue abalanzarse sobre Álvaro, éste dio un gemido de dolor.

Álvaro: Chicos, me vais a matar.

Iván: Hola papá.

Álvaro: Hola pingüino.

Sami: Hola papá.

Álvaro: Hola pingüina.

Tn: ¿Por qué les dices así?

Álvaro: Parecen pingüinos cuando caminan.

Mientras Álvaro desayunaba yo me estaba bañando para poder ahorrar tiempo. Pensaba ir a un picnic a celebrar. Tanto a Álvaro como a mí nos encantaban los picnics.

Álvaro: Te ves hermosa.

Tn: Es la falda que me regalaste en mi último cumpleaños.

Álvaro: Te queda espectacular.

Álvaro me ayudó a lavar los platos y dejar lista la cocina para que yo pudiera bañar y vestir a los niños. Luego de eso, Álvaro se bañó y por fin estábamos listos.

Álvaro: Pañales check, biberones check, ropa extra check, chupetes check, toallitas para bebé check, ¿nos falta algo?

Tn: Me parece que no.

En eso, Iván se acercó a nosotros con la cremita que se usa después de limpiarles el trasero, para que no se quemen.

Álvaro: Ese es mi pingüino, inteligente.

Tn: Gracias mi amor. Ahora sí, está listo todo.

Después de ajustarles bien las sillas para que no se cayeran de ellas, nos subimos al auto y emprendimos nuestro viaje.

Una hora más tarde(el viaje no hubiera sido tan largo si Iván no se hubiera hecho popó. Un popó tamaño apocalipsis)llegamos al parquecito en el que haríamos el picnic.

Álvaro: Es hermoso. No creas que no tengo un regalo para ti.

Tn: No te preocupes, me gusta verte feliz.

Después de comer y tomar muchísimas fotos, Álvaro me pidió que me pusiera de pie y cerrara los ojos.

Álvaro: ¿Lista?

Tn: Tengo un poco de miedo.

Álvaro: No abras los ojos aún, primero debo decir unas palabras.

Tn: Ay no puede ser-dije riendo-

Álvaro: Desde el momento uno en el que te conocí, mi vida dio un giro inesperado. Me hiciste ver el mundo de otro color. No puedo estar más agradecido contigo, por dejarme entrar en tu corazón a pesar de haber sido rota, a pesar de tener ciertas inseguridades y dificultades para volver a amar, por dejarme ser un padre para tus hijos. Tn Escamilla Guerrero...abre los ojos-dijo en susurro, lo hice-¿me concederías el honor de pasar el resto de mi vida contigo?

Mi corazón quería salirse de mi pecho. Me sentía como una niña entrando por primera vez a una juguetería. Quería llorar, gritar, saltar. Tenía un mar de emociones dentro de mí y no podía creerme que estaba a punto de decirle sí a la única persona que jamás me había hecho sentir insegura, que jamás me había dejado sola.

Tn: No sabes cuánto agradezco que me preguntes esto. Por supuesto que sí.