La crianza de los niños se estaba haciendo complicada, Álvaro y yo teníamos formas distintas de criar.
Álvaro: No puedes dejar que corran por ahí como perros.
Tn: Son niños que guardan mucha energía, acaban de aprender a caminar.
Habían pasado dos años. Dos años en los que había sido la mujer más feliz y amada, no sólo por mis hijos y mi familia, sino también por Álvaro. Él había estado ahí siempre y había tomado el rol de papá que Jorge había abandonado después de desaparecer mágicamente en Chile.
Álvaro: Se pueden lastimar.
Tn: Todos nos lastimamos, incluso siendo adultos. Déjalos ser felices.
Álvaro: Pero...
Tn: Agradezco de verdad que te preocupes por ellos y los críes y ames como tus propios hijos, pero debes aceptar que no se puede controlar todo y que por más que quieras deben crecer.
Álvaro: Eso es lo que me da miedo...que crezcan.
Tn: ¿Por qué? ¿No quieres verlos convertidos en todos unos profesionales?
Álvaro: ¿Qué pasa si crecen y se preguntan por qué no tienen mi apellido y deciden salir a buscar a su verdadero padre?
Tn: Cariño, tú eres su padre y si preguntan por Jorge les diré la verdad: los dejó al cumplir los 6 meses y tú pasaste a ser todo mi apoyo y el suyo también. Por más que te dé miedo el que te olviden, jamás lo permitiré. Tú eres mi novio, el padre de mis hijos, ¿crees que dejaré que olviden eso?
Álvaro: Pero...
Tn: Pero nada. ¿Qué somos para ti Álvaro?
Álvaro: Bueno, vosotros sois mi familia, mi núcleo, mi centro, tú eres mi mayor logro en la vida y ellos son mi alegría. Amo veros reír, me hacéis recordar el por qué de todo.
Tn: Entonces, ten por seguro que seguirá siendo así siempre. No te quitarán jamás a tu familia Álvaro...y quién sabe...en un futuro quizás puede ser más grande.
Álvaro: Eso suena tentador.
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Lejos del paraíso Álvaro Rico y tú
FanfictionDespués de estar en una relación toxica intentas volver a la normalidad pero no todo es sencillo