Desde que Jungkook tiene memoria Kim Taehyung ha estado presente en su vida.
En su cabeza siempre estará presente el día que se conocieron en el parque, el rubio tenía seis años y Taehyung ocho, fue algo inusual pues lo encontró llorando sentado en uno de los viejos columpios, tenía las rodillas con raspones llenos de sangre y moretones en sus brazos, le dijo que se cayó de la resbaladilla. Pensó que era un niño algo torpe, aunque él no lo era menos.
Su inocencia de niños los hizo hacerse amigos rápidamente, el pequeño Jungkook trató de curar sus heridas con un poco de agua de una llave que había en el parque, también recuerda que hacía algo de frío así que terminó por obsequiarle su bonita bufanda color amarillo. Siempre despertó un sentido protección en el menor.
Recuerda que le preguntó si era un alfa, le respondió que no lo sabía -a esa edad Jungkook siquiera comprendía muy bien todo eso de las castas- Taehyung dijo que él sería un alfa de mayor, pues sus dos padres lo eran y los admiraba mucho, añoraba ser como ellos.
Después de eso siguieron viéndose en aquel parque cada tarde, lo vio crecer, lo vio liderar a su pequeño grupo de amigos, lo vio tomar actitudes de un verdadero alfa. Sin duda el menor sabía que el pelinegro estaba destinado a ser un gran alfa, pues, siendo sus dos padres de esta casta, el gen alfa corría por sus venas.
—Seré un alfa, Jungkookie y siempre te voy a cuidar. Nadie te hará daño nunca—Aún recuerda perfectamente la voz del Taehyung de once años.
Jungkook siempre fue consciente de que Kim Taehyung vivía para cuidarle. Tal vez porque su pequeño lobo - cien por ciento probable de ser alfa- pedía proteger a alguien, tal vez por ser dos años menor, no lo sabía, pero Taehyung siempre vio que se encontrará bien.
Sus abrazos de oso le hacían saber que lo quería y que estando a su lado todo estaba en orden, sus besos en la mejilla y para el más pequeño, que admiraba -Y admira- tanto a su hyung no le fue difícil enamorarse de Taehyung, un Taehyung fuerte y decidido.
Por su parte, Jeon Jungkook tenía un cincuenta por ciento de probabilidad de ser un alfa y el cincuenta de ser omega, estaba dentro de una ruleta rusa, sus padres decían que no importará su subgénero, ellos lo amarian sin importar nada. Pues en una sociedad aún algo estigmatizada sobre la idea de que tener un hijo alfa podía asegurar un mejor futuro para la familia, era difícil aceptar que tu hijo fuera un omega.
No recuerda a que edad su amistad por Taehyung mutó a algo más, siempre lo admiró, observó, sin darse cuenta, como maduraba sus facciones y se volvía atractivo. Kim Taehyung de un día para otro se había hecho todo un hombre.
Estudiaron juntos desde elemental -Taehyung dos años adelante de Jungkook- él mayor siempre fue el líder innato de las actividades, lo vio participar en teatro, cantar, pintar, bailar, declamar poesía, participar en ponencias, debates, jugar ajedrez y participar del básquet. Ese chico era una caja de sorpresas y a Jungkook lo tenía encantado cuando lo veía arriba de cualquier escenario, Taehyung nació para brillar, era imposible no girar a verlo.
Poco a poco el aroma de Taehyung se fue manifestando, olía a pomelo y sándalo, su aroma arrullaba a Jungkook esas tardes de ver películas o los días de estudió intenso -cada quien enfocándose en lo suyo- que no hacían más que causarle un dolor fuerte de cabeza.
Taehyung se ejercitaba mucho, estudiaba mucho, era el estudiante modelo del instituto con calificaciones sobresalientes en todas las materias.
Siempre se aseguraba de comer todo lo más sano en cualquier lugar, su uniforme siempre se encontraba en perfecto estado, sus ojos son tan sinceros, sus cabellos suaves y brillantes y su lobo poco a poco se fue manifestando.
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Evanescente •Omegaverse• [TaeKook/KookV]
Fanfiction-Hyung es muy extraño, un día huele y se comporta como alfa y al otro como omega. - Taehyung es mi pareja predestinada. -Pero... ambos son alfas. - Taehyung se ha presentado como alfa y también como omega. - Tú no eres el Taehyung que conocí. •Omeg...